El periodista turco Can Dündar, requerido por la Justicia de su país, lanzó hoy desde su exilio en Alemania un periódico digital con el que pretende defender la democracia laica y el respeto a los derechos humanos en un momento en el que, según denuncia, la prensa en Turquía está en «estado de sitio».
El nuevo medio, publicado en turco y en alemán, se llama Özgürüz (Somos Libres, en turco).
Según Dündar, este medio sale a la luz gracias al apoyo de varios periodistas «a los que les quitaron los bolígrafos de las manos» y de académicos que fueron despedidos en las universidades del país, bajo el amparo del Estado de emergencia y del régimen opresivo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, agrega.
El objetivo es «destapar la verdad y defender el derecho a la información», afirma el nuevo medio (www.ozguruz.org).
Dündar recuerda que muchos periodistas en Turquía no pueden cumplir con esa tarea por estar en la cárcel.
Así, asegura que desde la declaración del Estado de emergencia el pasado julio, poco después del fallido golpe de Estado, un total de 160 medios de comunicación han sido cerrados y 2.000 periodistas han perdido su trabajo.
El periodista recuerda que el Gobierno turco asegura que los 150 periodistas que están encarcelados son sospechosos de terrorismo.
Dündar resaltó que las voces desde el extranjero son necesarias, ya que Erdogan silencia a los principales medios turcos con acciones como la imposición de multas, la declaración de medios opositores como terroristas o permitiendo que personas afines al Gobierno compren los medios de comunicación.
La fecha de lanzamiento del periódico, el 24 de enero, fue elegida especialmente en recuerdo del asesinato hace justo 24 años del conocido periodista de investigación turco Ugur Mumco.
Dündar fue condenado en mayo de 2016 a cinco años de prisión por «revelar secretos de Estado» a raíz de un reportaje sobre el envío turco de armas a Siria publicado por Cumhurriyet, el diario que dirigía entonces.
Dündar apeló la sentencia, fue puesto en libertad y abandonó Turquía, donde la Fiscalía pide ahora hasta 10 años de cárcel para él por colaboración, pero no pertenencia, con un grupo terrorista, en referencia a la cofradía islamista Gülen a la que Ankara acusa de orquestar la intentona golpista.