Un estudio de la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña (ADPC) constata que medios de comunicación de prensa escrita y digital usaron en 2018 más estereotipos en las noticias de violencia machista en la pareja, aunque «los periodistas están cada vez más sensibilizados».
Las periodistas Marta Corcoy y Cristina Guiu han presentado este lunes el estudio, que analiza 411 piezas informativas publicadas a lo largo de 2018 por La Vanguardia, El País, El Periódico, Ara, El Mundo y El Punt Avui.
La extensión media de las piezas ronda la media página, hecho que Corcoy ve positivo porque «permite incluir material de sensibilización» pero impide más contraste de la información.
La asociación ha manifestado que los medios «vuelven a abusar de fuentes no cualificadas», que acostumbran a ser los vecinos, y ha insistido en que la primera fuente debe ser siempre la policial.
PRIORIZAR LA INFORMACIÓN EN EL TITULAR
Tanto Corcoy como Guiu han recomendado priorizar la información del titular para evitar que éste se use como «una herramienta de espectacularidad», sobre todo en los medios digitales.
Además instan a evitar el uso de sustantivos como sujeto –crimen, asesinato, muerte–, para «no desviar la responsabilidad», y a señalar los perpetrantes de los feminicidios como únicos culpables.
La ADPC plantea excluir del titular el »modus operandi» de los hechos, porque «añade un elemento de morbosidad innecesario», y propone incorporar las consecuencias penales, para evidenciar el rechazo institucional y social hacia la violencia machista.
LAS VÍCTIMAS COLATERALES
Como cambio positivo, destacan que el 19% de titulares incorpora a las víctimas colaterales de la violencia machista, como los hijos, ya sea porque hayan quedado huérfanos o porque han sido asesinados.
En cuanto a las fotografías, la asociación insiste en sustituir imágenes del lugar de los hechos por imágenes de recursos, como teléfonos de asistencia a los que la víctima pueda acudir.
La asociación advierte de que «la precarización de la profesión y la falta de recursos y de tiempo» supone que los medios generalistas deban recurrir a informaciones publicadas por medios locales y agencias, sin posibilidad de publicar una pieza con contenido propio.
Tanto el colegio como las asistentes consideran que los medios deben dejar de tratar los casos de violencia machista «como sucesos», y que se debe interpelar a las instituciones para que expliquen las medidas que pretenden tomar ante estas prácticas violentas.