A una semana de la celebración de la Diada, en pleno pulso entre Cataluña y España y con el caso de corrupción de la familia Pujol, el hispanista Henry Kamen presenta su libro »España y Cataluña: Historia de una pasión». Kamen lleva a cabo una aguda reflexión sobre las relaciones entre España y Cataluña desde el 11 de septiembre de 1.714.
«La mayoría de los catalanes no quieren la independencia», explica Kamen porque a su juicio, los únicos que ganarían serían los de ERC porque se trata de un partido pobre con gente de la calle que no tiene pretensiones.
Kamen cree que se están tergiversando las relaciones y que no se cuenta bien la historia «Casi todos los historiadores no están a favor de la independencia. Porque la historia que se cuenta de Cataluña no es cierta» y pone el ejemplo de la España de la época de Franco.
Británico pero afincado en Cataluña cree que los catalanes de hace 300 años y los de ahora compartían los mismos valores: la creencia en la unidad de España, pero también en la esencia y el carácter particular del pueblo catalán.
Sí al referéndum
«Sería más sensato dejar que los catalanes se expresen en una consulta, que es lo que los británicos han hecho. Si la población de una zona quiere expresarse que hagan una consulta y tienen el derecho de hacerlo«, alega Kamen que matiza que la separación es otra cosa y que respeta la política del Gobierno de España.
Con La República y Primo de Rivera se vivieron momentos más tensos
Parece que la cuerda entre el Gobierno central y el de Artur Mas está a punto de romperse pero según Kamen «han vivido momentos peores como con Primo de Rivera y La República. No hay gritos ni hay mal humor. Casi es uno de los mejores momentos porque así la gente está pensando seriamente cuáles son los nexos entre Cataluña y España y qué es lo que tienen en común», afirma.
La relación de Cataluña con España es como un matrimonio
En su opinión, la relación de Cataluña con el Estado español es como la de un hombre con una mujer, «es una relación de ahora te quiero y ahora te odio con sus problemas y sus tensiones. Cataluña y España deben aprender a convivir con sus defectos más que hacer una separación que no tiene sentido«, alega de forma contundente y añade que lo importante es aprender a convivir y aceptar las funciones de cada uno dentro de la familia.
Los espíritus calientes agitan las aguas
¿Por qué hace cinco años las encuestas a favor de la independencia eran del 16% y ahora rondan el 40%? «Qué explica este cambio es algo que nadie sabe. Me parece que se está fomentando este aumento en favor de la separación y calentando los espíritus para excitar a la opinión y por eso, la política del Gobierno central ha sido de callarse para no agitar las aguas», reconoce.
Kamen cuenta que los británicos que viven en Cataluña son separatistas porque creen que Cataluña está sometida al yugo de España. «Esto es falso» pero reconoce que cuando hay grupos de gente en la calle protestando a favor del movimiento de separación siempre hay una pequeña proporción de extranjeros entre ellos.
«El Parlament recibirá a Pujol con una ovación»
Este historiador es muy crítico con los políticos. «El derecho de la élite política de cualquier país es enriquecerse y por lo que veo las consecuencias del caso Pujol serán mínimas y por eso quiere presentarse ante el Parlament porque recibirá una ovación y dirán que todo es un complot de España contra el pueblo catalán y una de las víctimas es Pujol. No creo que haya tanta reacción», afirma.
Es muy probable que el Govern no convoque la consulta
«El Govern se está preparando para las próximas elecciones. Es muy probable que no hagan la consulta«, asegura porque cree que la consulta sí o no no tendrá importancia. «Es un juego que ahora fascina a los españoles pero no va a pasar nada. Qué se declaren independientes ¿qué pueden hacer luego? Nada».
11 de septiembre de 1.714
El 11 de septiembre, Barcelona se rendía a las tropas del Rey Felipe V, de los Borbones en la guerra de secesión. Los catalanes no luchaban por su independencia sino por colocar en el trono español al archiduque Carlos de Austria.
La lucha por el trono no enfrentó a Cataluña con el resto de España, ni los catalanes fueron todos y durante todo el tiempo antifelipistas.