España ha alcanzado la mayor cifra de llegada de inmigrantes desde el año 2008, momento en el que comenzó la crisis económica. Según la Estadística de Migraciones publicada este 25 de junio por el Instituto Nacional de Estadística, la inmigración refleja un aumento de un 28,4% con respecto al año anterior. Esto significa que el saldo migratorio, diferencia entre llegadas y salidas, es positivo y se sitúa en 164.604 personas.
Concretamente, fueron 532.482 las personas que llegaron del extranjero y establecieron su residencia en España mientras que 367.818 decidieron abandonar con destino al extranjero, una cifra que supone un 12,4% más que el 2016.
Los cambios migratorios han ayudado durante este pasado año a cubrir el déficit de crecimiento poblacional que sufre nuestro país. 46,6 millones de personas viven en España, a fecha de 1 de enero de 2018, y el crecimiento vegetativo continúa siendo negativo, sigue habiendo más defunciones que nacimientos, en concreto de 31.245 personas.
La población creció 0,28%
Estos datos muestran que la población española creció un 0,28% con respecto al año anterior, esto significa que sigue el crecimiento población tras cuatro años de caída. La población decreció durante 2017 en Castilla y León, Extremadura, Principado de Asturias, Castilla-La Mancha, Melilla, Galicia, Aragón y Cantabria, mientras que aumentó en el resto de comunidades autónomas.
Los mayores descensos en términos absolutos se produjeron en las poblaciones de Rumanía, Reino Unido y Ecuador. Por su parte los mayores aumentos se produjeron en nacionales de Venezuela, Colombia, Italia y Marruecos, mientras que el aumento de población de nacionalidad venezolana.
Concretamente, se incrementó en los grupos de edad de 10 a 24 años, de 40 a 79 y en los mayores de 85 años, y descendió en el grupo de 25 a 39 años en 253.939 personas; entre los menores de 10 años con 80.560 menos; y en el grupo de 80 a 84 años, con 26.372 personas
menos.
Las nacionalidades destacadas
Según el INE, 532.482 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en España, mientras que 367.878 abandonaron España con destino al extranjero, lo que supone un incremento de la emigración en un 12,4% más que en 2016.
De esas 367.878 personas que se marcharon al extranjero, 87.685 eran españolas –un 23,8% del total–, de las que 54.923 habían nacido en España. El resto de los emigrantes (280.193) eran extranjeros. Respecto al saldo migratorio de los españoles con el exterior durante 2017 fue de -9.627 personas. Este dato, que fue menos negativo que en 2016, se produjo como consecuencia de un aumento del 24,7% de la inmigración de españoles y de un descenso del 2,4% de la emigración de población española.
El estudio del INE apunta que la población con nacionalidad española que llegó durante 2017 procedía, principalmente, de Venezuela, Ecuador y Reino Unido. Respecto a las 87.685 personas con nacionalidad española que emigraron al extranjero, el 62,6% habían nacido en España y 52,4% eran hombres. Los principales países receptores de emigrantes españoles fueron Reino Unido, Francia,
Estados Unidos de América, Alemania y Ecuador.
Por otro lado, el saldo migratorio de los extranjeros fue de 174.231 personas, un dato positivo por tercer año consecutivo. La población extranjera que inmigró desde otros países aumentó un 29% respecto a 2016, mientras que la emigración extranjera hacia otros países creció un 18%.
El INE destaca que las principales nacionalidades de los inmigrantes extranjeros fueron la marroquí (con 39.847 llegadas), la colombiana (34.210) y la venezolana (31.468). Y entre los extranjeros que emigraron de España en 2017, las nacionalidades predominantes
fueron la rumana (47.396 emigraciones), la británica (27.013) y la marroquí (22.498).