Termina el verano y las vacaciones de los más pequeños. Hay niños que están deseando volver a las aulas y reencontrarse con compañeros y profesores, pero también los hay que por nada del mundo quieren volver a sus sillas verdes.
Tres niños gallegos de 11 años, son de los que no quieren volver al colegio, y lo han demostrado destrozando su colegio en Arteixo (La Coruña). Cristales rotos, ordenadores para tirar y las aulas embadurnadas de pintura son las huellas del acto vandálico.
Dos de los menores fueron sorprendidos por agentes de la Guardia Civil mientras cometían las fechorías y un tercero logró escapar, aunque ya ha sido identificado.
El concejal de Obras de Arteixo, José Ramón Armado, ha informado de que el coste de la reparación de los desperfectos asciende a 8.800 euros. Por el momento, la Guardia Civil continúa investigando sobre si hay más menores implicados.
El alcalde de la localidad ha pedido prudencia ante esta gamberrada ya que los menores son de corta edad y considera que «un niño puede cometer una equivocación grave pero sigue siendo un niño».