¿En qué punto diríais que está la llamada revolución feminista?
2017 ha sido un año muy importante para el feminismo, tras el cual podríamos hablar de un nuevo despertar feminista en el que han jugado un papel importante las redes sociales con campañas como MeToo, Time’s Up y YoTeCreo. Al 2018 llegamos con muchísima fuerza y el 8 de marzo fue un día histórico en el que quedó patente que para muchas mujeres – y cada vez más hombres- la revolución feminista es un asunto de derechos humanos, justicia social y democracia real, porque si bien hemos alcanzado la igualdad legal, queda mucho para poder decir que nuestra sociedad, en todos sus ámbitos, es igualitaria.
¿Qué se va a encontrar la lectora en #HolaGuerrera?
Un libro que invita a la acción, que apela a que nos demos cuenta de todo lo que todavía nos oprime y nos movilicemos para cambiarlo. Hola Guerrera invita a saludar a la guerrera que llevamos dentro y unirnos a otras compañeras. Tenemos la obligación de luchar juntas en esta guerra, que no es como las guerras que hemos conocido hasta ahora, porque se trata de una guerra justa, sin violencia, sin sangre y en la que todos salimos ganando como sociedad.
¿Diríais que es importante que los hombres también lo lean?
Por supuesto que es importante. De hecho, hemos dedicado un capítulo del libro a los aliados feministas, que hemos bautizado con el nombre de #HombresBuenos. Se ha dicho muchas veces que las feministas odiamos a los hombres, que queremos dividir a la sociedad. Nada más lejos de la realidad, las feministas queremos que los hombres se sumen a nuestra lucha, dejen de ser cómplices de un sistema que nos oprime a nosotras como mujeres, pero también a ellos en muchos otros sentidos. De hecho, queremos que los hombres participen en las redes tecleando #MeApuntoAEstaGuerra y puedan dejarnos sus impresiones y compartir lo que piensan.
En este libro, ¿vamos a encontrar historias personales?
Por supuesto, no podía ser de otra manera. Nosotras somos firmes defensoras de que “lo personal es político” y creemos que hablar desde la experiencia personal puede ayudar a que muchas otras personas se sientan identificadas e incluso se animen a contar lo que les ha ocurrido, incluso si se trata de experiencias muy dolorosas. De hecho, hace poco en nuestro país tuvo mucho éxito en redes sociales la campaña #Cuéntalo, impulsada por Cristina Fallarás, precisamente porque las mujeres encontraron el espacio para contar lo que habían callado durante mucho tiempo.
En el libro encontrareis muchas historias personales, algunas bastante duras que invitan a que reflexionemos y dejemos de culparnos de una vez por todas. La culpa no nos pertenece a nosotras, es uno de los mensajes que se repiten continuamente porque nos parece importante. Pero también hay mucho humor, ironía, anécdotas familiares, amorosas, sexuales… ¡No todo es negativo ni mucho menos!
¿Qué creéis que ha significado el 8M de este año?
Como apuntábamos, el 8 de marzo ha significado un antes y un después. Este 8 de marzo pasará a la historia, y eso nos hace inmensamente felices. Pero no hay que olvidar que la lucha feminista es una lucha diaria, una lucha que empieza en nuestras propias cabezas. Todas y todos somos hijos de una sociedad machista y, por tanto, repetimos comportamientos que lo son. Después del 8 M la lucha sigue y lo que ha quedado claro es que cada vez somos más las que cada día reclamamos nuestros derechos, las que denunciamos lo intolerable, las que ya no queremos seguir calladas o invisibilizadas. Tenemos claro que todos los días deberían ser 8 de marzo, porque esto no es una moda ni es una fiesta, esto es una lucha porque no se nos maltrate, no se abuse de nosotras, no se nos mate, entre muchas otras cuestiones.
Acabamos de cambiar de Gobierno, ¿qué medida sería la primera que habría que poner en marcha en materia de igualdad género?
Para empezar, habría que ponerse al día respecto al convenio de Estambul, convenio que hemos firmado y no cumplimos. Con eso ya solucionaríamos mucho. Y para continuar habría que prohibir cualquier tipo de mercantilización del cuerpo de la mujer, concretamente la prostitución (a través del abolicionismo, no del prohibicionismo) y los vientres de alquiler, que tanto nos quieren colar por haber un gran interés económico detrás. Nuestro libro habla expresamente de estas grandes problemáticas a las que nos enfrentamos debido al neoliberalismo imperante de nuestra sociedad. Tenemos que comprender que la sociedad no será igualitaria si las mujeres seguimos en venta.
También creemos que es importantísimo que se invierta en educar en igualdad en todos los colegios e institutos, porque estamos viendo que hay un repunte del machismo en chicos muy jóvenes, y eso es algo preocupante. Asimismo, es necesario dotar de formación en género a profesionales de todo tipo, pero sobre todo a aquellos que atienden a víctimas de violencia machista, incluyendo por supuesto a jueces.
No podemos augurar que este gobierno vaya a cumplir con la agenda feminista, pero lo que está claro es que de momento el hecho de que tengamos un gobierno con mayoría de mujeres y que la vicepresidenta sea una mujer y, además, ministra de igualdad, nos parece una buena declaración de intenciones. Habrá que esperar a que comiencen a trabajar y tener en cuenta las limitaciones con las que cuentan al tener tan solo 84 escaños, pero de momento nos parece positivo. El gobierno del PP nunca hizo nada por las mujeres y el feminismo, así que nos alegramos del cambio.