La sectorial de Defensa de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) está trabajando en un diseño de un ejército para una hipotética Catalunya independiente. La sección, independiente de la dirección de la Assemblea, ha cifrado el coste de ese Ejército en en unos 2.584,17 millones de euros, un 1»3% del PIB. Ese Ejército estaría formado por 47.696 militares en activo y 64.352 reservistas.
La creación de una división de defensa en la Assemblea provocó en su momento la crítica de los sectores pacifistas que emitieron un manifiesto, «Paz y Tregua», en el que rechazaban la creación de un Ejército. También el president de la Generalitat, Artur Mas, se ha manifestado en alguna ocasión contrario a la creación de un Ejército propio.
La dirección de la Assemblea se ha desvinculado de estos documentos, afirmando que son únicamente ellos los que firman los posicionamientos oficiales. Mientras tanto, la sectorial sigue adelante y se justifica » con el objetivo de anticipar la confección de las estructuras de Estado de la futura Cataluña independiente. Una de las estructuras de Estado de la cual todos los estados -de una dimensión económica y demográfica similar a la nuestra- de nuestro entorno disponen es una política de defensa».
Un Ejército con servicio militar voluntario y bajo el amparo de la UE y la OTAN
Vehículos de combate, aviones de vigilancia aérea, corbetas, aviones de control, unidades de infantería ligera… El documento «Doctrina militar: desarrollo de un modelo propio» describe con todo detalle el hipotético cuerpo militar catalán. También se concreta cómo se prestaría el servicio militar: se haría de forma voluntaría y existiría una formación de reservistas, que intervendrían en caso de invasión. El documento que recoge el diseño de un hipotético Ejército catalán, «Doctrina militar, desarrollo de un modelo propio», señala que un ejército resulta necesario para que «la comunidad internacional nos tenga en consideración y nos traten como iguales». En el texto se recoge, por ejemplo, que «la capacidad de un Estado de mantener el control sobre las aguas territoriales y su espacio aéreo es una de las características que definen un Estado como soberano».
«La primera responsabilidad de un Estado es velar por sus intereses vitales y, para garantizar que estos intereses vitales son satisfechos, será necesario contribuir a la paz y la estabilidad mundiales y, más concretamente y de forma decisiva, a la paz y estabilidad de la región Mediterránea, participando en aquellas misiones en las que los organismos internacionales de los que formamos parte (UE, ONU) nos requieran», afirma el documento, en el que también se recogen otras dos misiones de ese Ejército: «Garantizar la soberanía nacional de las aguas territoriales y el espacio aéreo, evitando el tráfico ilícito y el contrabando y salvaguardar la vida y la libertad de nuestros ciudadanos en cualquier parte del Mundo»
Según lo contemplado por la sectorial de Defensa de la ANC en el documento «Doctrina militar: desarrollo de un modelo propio», ese Ejército no actuaría únicamente en territorio catalán, sino que debe proteger también la seguridad de los ciudadanos que residan en otros países, debe contar con «la capacidad de intervenir, con el conocimiento y colaboración de las autoridades locales o de forma encubierta, en muy poco tiempo y en cualquier lugar del mundo para rescatar a los catalanes que puedan ser víctimas de un secuestro por motivos ideológicos o económicos» o que deban ser evacuados de una zona conflictiva o con un desastre natural.
El documento señala que Catalunya tendrá que «deshacerse del complejo del país pequeño»: «Una Catalunya independiente sería un Estado de una dimensión comparable a la de Irlanda, Dinamarca, Austria o Bélgica» se indica, «los cuales bajo el amparo de la ONU, la UE o la OTAN han participado y participan en todo tipo de misiones internacionales».
Aunque la ANC contempla que «se podrá contar con el apoyo de los aliados», advierte también de que el Ejército habrá de dotarse de una estructura material, que estaría integrada por aeronaves polivalentes, naves polivalentes como corbetas con plataforma para helicópteros y patrulleras de altura y lanchas rápidas de asalto. La ANC reconoce las propias limitaciones y señala que, en muchos casos, la adquisición de material no estaría justificada, como en el de barcos de asalto anfibios, por lo que se haría necesario contar con los «aliados». También recurrirían a esa colaboración en caso de necesidad de buques civiles.
El documento reconoce también la «desproporción» con que contaría una fuerza militar catalana en relación a otros Estados y por ello pretende contar con reservistas, que estarían preparados para una «guerra de guerrillas», participando en emboscadas, sabotajes «con el objetivo de hostilizar y diezmar al ocupante y hacer insostenible la ocupación a largo plazo», se indica. De otro modo, «las grandes ciudades serían difícilmente defendibles», se afirma.
El primer paso, una Marina catalana
La sectorial ANC ha ido más allá en su estrategia y detalla ya, en un primer documento, cómo sería una de las principales secciones de ese hipotético Ejército: la Fuerza Naval que, según sus previsiones, estaría compuesto por 2.000 efectivos y, según se explica, podría participar en misiones de la OTAN como guerra submarina y guerra antiaérea.
Según explica la ANC en el planteamiento de su estrategia de Defensa, «la capacidad de un Estado de mantener el control sobre sus aguas territoriales y su espacio aéreo es uno de los rasgos que define un Estado como soberano. Para que el resto de estados de la comunidad internacional nos tengan en consideración y nos traten como iguales, es algo que tendremos que garantizar». En cuanto al ámbito naval, el primero que se desglosa, afirman que «la mejor opción sería dotar a la fuerza naval de competencias, adiestramiento y medios para ejercer de guardia costera, evitando así duplicidades con otros cuerpos».
Durante los primeros años, esa fuerza naval tendrá labores «típicas de guardia costera. Así, no sería hasta una fase posterior, en la que sería plenamente operativa, que podría encargarse de misiones genuinamente militares»
Según se explica, el objetivo sería «controlar las aguas territoriales y la EEZ». (Exclusive Economic Zone). Para ello, han diseñado una estrategia en la que, en una primera fase, prevén contar con la colaboración de Mossos, policías locales y portuarios, que «deberán sumar esfuerzos en algún organismo temporal de seguridad marítima».
Una Academia Naval con la colaboración de Reino Unido
El primer objetivo es, según se detalla en el texto, la puesta en marcha, en un máximo de tres años, de una Academia Naval de Cataluña que nutra de oficiales y suboficiales la división. Para ello, la ANC propone un acuerdo de colaboración con países próximos, citando expresamente a Reino Unido, mediante el que se formaría a los dirigentes de ese ejército. Inicialmente la Academia Naval deberá combinar el núcleo inicial con asesores extranjeros para los campos más especializados, pero el objetivo a medio y largo plazo es que todo el personal instructor surja de la propia Fuerza Naval», se explica en el documento.
El siguiente paso sería la formación de una Patrulla Litoral, encargada de la defensa de las aguas territoriales y las labores de salvamento marítimo y apoyo contra catástrofes. Esa división estaría dotada por 600 efectivos y para ello se deberá dotar de los siguientes elementos, «centro de Mando y Control, 3-4 patrulleras de altura OPV, 2-3 patrulleras litorales FPC, 4-6 aeronaves no tripuladas UAV, 4-6 embarcaciones no tripuladas USV y 1 Remolcador de altura».
La Fuerza Naval, se explica, no sólo tendrá como objetivo proteger las aguas catalanas, sino que podría entonces participar en misiones de la OTAN de defensa del Mediterráneo y otras que requieran de fuerza marítima. Por ello, el texto plantea la creación de dos divisiones: una Comandancia de Escolta para el Mediterráneo, formada por 860 personas; y una Comandancia Expedicionaria para actuar en el Atlántico y el Índico con 300 efectivos preparados para actuar en cualquier lugar en 24 horas. En esta fase, se dotaría además de 3-4 corbetas polivalentes con 360 efectivos y una flotilla auxiliar con 300 más. La ANC contempla aquí que la Fuerza se dote de un petrolero y un buque logístico.
La lucha contra la piratería en Somalia, entre sus misiones
Al llegar a esta fase-en un plazo previsto de 10 a 15 años, la Marina participaría en misiones como “la lucha contra la piratería en las costas de Somalia o evacuando civiles en el Golfo de Guinea”. Aquí, la dotación de personal se ampliaría hasta completar los 2.000 efectivos previstos.
Entre las misiones estarían participar en un programa antiminas, dado que, se explica en el texto, «las minas, a lo largo de la historia naval, han representado una amenaza muy seria. Todavía hoy, constituyen una alternativa atractiva y de bajo coste, al alcance de estados hostiles o grupos terroristas».
La ANC contempla además un servicio militar voluntario y la formación de reservistas, para integrarse en el futuro Ejército catalán. Este servicio militar voluntario formaría a ciudadanos que pasarían a la reserva y permitiría tener “unidades regulares con un sistema de promociones y ascensos radicalmente meritocráticos”.
Los recursos materiales de la Marina de la ANC
En una primera etapa
3-4 patrulleras de altura OPV4 (tipo clase La Adroit)
2-3 patrulleras litorales FPC5 (Tipo clase Dvora israelí) y Skjold noruega
4-6 aviones no tripulados UAV
4-6 embarcaiones no tripuladas USVS
1 remolcador de altura
Para participar en las misiones de la OTAN
3-4 corbetas polivalentes
Se dispondrá de un cuartel de operaciones
Una flotilla auxiliar
Para las misiones multinacionales
1 buque de apoyo
1 corbeta
Se dispondrá además de un cuartel general