El almacén de carbón de El Musel, En Gijón, ha amanecido este lunes con un «no más carbón» de 1300 metros cuadrados entre sus montañas de cenizas. La acción lleva la firma de Greenpeace, que más tarde ha reivindicado la autoría del acto en su página. Según cuentan, el lema gigante ha sido obra de 30 activistas de la organización que, “a pesar del tiempo”, han conseguido colocar sus once letras de 100 metros cuadrado, junto con la firma de la organización activista contra el cambio climático.
La térmica de Aboño, un punto negro
Para los verdes, la térmica de Aboño es un culpable a señalar si se buscan responsables por el cambio climático. Según los activistas, la eléctrica propiedad de EDP es la instalación que más cambio climático produce en España, situada entre las 30 térmicas más contaminantes de Europa.
Con esta acción, Greenpeace quiere que el gobierno tome nota para que la transacción energética sea una realidad. Según indican en su comunicado, no pararán hasta que el Gobierno «cierre todas las centrales térmicas de carbón antes del 2025”, garantice una transacción viable a sus trabajadores y apueste por otras energías que no sean “sucias y peligrosas”.
50 millones de toneladas de CO2
España cuenta con un total de 16 térmicas de carbón, nueve concentradas en Asturias y Castilla y León. Sólo en 2015 las térmicas crearon más de 50 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, equivalente a las de cuatro millones y medios de coche, algo desmesurado según Greenpeace para producir sólo el 19,7% de la electricidad nacional.
Es por ello que para la organización verde este año es clave para la lucha contra el cambio climático, que directamente relacionan con el carbón y la minería. “Ley de cambio climático y transición energética y las normativas energéticas que se están trabajando a nivel europeo tienen que marcar firmemente el camino para un sistema energético 100% renovable en manos de la ciudadanía”, reclaman en su comunicado.