Con la llegada del verano hay que tener mucho cuidado con el estado de las comidas y donde las consumimos. Una nueva alerta sanitaria llega a Europa, la ciguatera, un “nuevo anisakis” que se puede encontrar en el pescado.
Esta intoxicación alimentaria es provocada por el consumo de peces de gran tamaño, siendo muy conocida en el Caribe. Aunque el problema esté en el pescado, no es el origen. El problema viene dado por un alga microscópica que porta la toxina (ciguatoxina) que se encuentra en arrecifes de coral en zonas de aguas templadas.
Como se transmite
Los peces que son herbívoros se alimentan de este coral dando comienzo a la cadena alimentaria y con ello la transmisión. Los pescados de mayor tamaño se comen a los pequeños, a los que no les afecta. Mientras, los seres humanos nos alimentamos de los grandes.
Según pasa el tiempo la concentración de toxinas va aumentando y cuando el animal llega al plato del consumidor está en su mayor nivel. Si la persona se come un pescado infectado enfermaría.
Síntomas y soluciones
En el propio pez, al contrario que con el “anisakis”, la ciguatera no se ve a simple vista, no huele ni tiene un color sospechoso. Solo se sabe que está infectado a través de un análisis de laboratorio.
Tampoco hay ningún tratamiento que prevenga la intoxicación, solamente fármacos que mejoran los síntomas y da igual que se cocine o congele, el riesgo continúa siendo el mismo.
No es letal, pero baja las defensas y provoca bastantes molestias, desde problemas de estómago como diarrea, náuseas o vómitos, hasta trastornos del sistema nervioso (cambios en la sensación de frío y calor, hormigueo en la lengua y alteraciones en la tensión arterial). Asimismo, también puede tener síntomas cardiovasculares, causando alteraciones del ritmo cardíaco.
Estos síntomas aparecen entre 12 y 24 horas después de consumir el pescado contaminado. Además, señalar que la máxima concentración de esta toxina se queda en el hígado, cerebro y gónadas del pez, por lo que no es recomendable comerse las vísceras del pescado ni la cabeza.
Casos
Al ser una especia que se encuentra en los arrecifes de coral, el problema se centraba en el Caribe, pero poco a poco se ha ido extendiendo y ya se han dado 18 casos en Canarias y algunos más en Alemania.