Pseudo referéndum, farsa, consulta ilegal, lección de democracia, éxito electoral, consulta participativa... la consulta celebrada ayer en Cataluña, en un ambiente festivo y para una parte de forma ilegal, ha recibido todo tipo de calificativos y valoraciones, pero sin duda son las cifras las que nos pueden dar la clave de lo que realmente sucedió ayer para poder hablar de éxito o fracaso.
Sin entrar a valorar si fue una consulta irregular o una lección de democracia, lo que es evidente fue la escasa representatividad. Pese a que el censo elaborado era más amplio que el previsto para unas elecciones, dado que la horquilla de votantes se abrió permitiendo que los todos los ciudadanos entre 16 y 18 años pudieran acudir a las urnas, sólo un 37,4% de los llamados a votar pudo hacerlo. En cambio, no estaban invitados a votar los catalanes residentes fuera de Cataluña, pero si los inmigrantes que no hubieran votado en unas elecciones con plenas garantías.
Podemos considerar que la improvisación del referéndum, que no estuvo claro en ningún momento quién o quienes fueron los responsables de la consulta -la responsabilidad se la fueron pasando de unos a otros según la circunstacias- y que muchos -los que hubieran podido votar mayoritariamente por él no- para muchos fueron factores que hicieron reducir drásticamente la participación.
Un censo con 746.672 más
El número de los posibles votantes -los incluidos en el censo- en el 9-N era de 6.160.522. Son 746.672 más que los invitados a votar en las elecciones autonómicas catalanas de 2012.
Ayer votaron 2.305.290 catalanes (el 37,4%) y en las autonómicas de 2012 lo hicieron 3.668.310 (el 67,7%), Es decir, que con un censo de casi 750.000 personas menos, en las autonómicas votaron 1.363.020 catalanes más. Los resultados están muy por debajo del 50,01%.
Con respecto a las elecciones generales, el censo de ayer incluía a 900.000 personas más. Sin embargo, en las generales votó el 66,88% del censo y ayer lo hizo el 37,4%. Un tercio de los que votaron lo hicieron por la independencia.
Independencia o Estado federal
Resulta curiosa un cifra, que indica que mayoritariamente el PSC, muchos votantes de Unió Democràtica de Catalunya y buena parte de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) no acudió a votar. Sólo un 10,7% de los que votaron ayer y el 3,7% del censo marcaron el SI-NO. Es decir, eran favorables a un Estado propio, pero no a la independencia. Es decir, que en buena medida los electores de estos partidos no acudieron a votar o bien lo hicieron de forma contraria a lo defendido desde sus formaciones.
Ayer 1.861.753 votaron por la independencia -la postura defendida por Convergéncia, Candidatura d»Unitat Popular (CUP) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC)-. En 2012, 1.740.818 votaron por alguna de esas tres formaciones. Eso indica, teniendo en cuenta que el censo de ayer estaba inflado con 746.000 nuevos votantes, que mayoritariamente acudieron a las urnas los votantes de esos partidos y, que además, lo hicieron por la independencia.