El Rey Felipe VI ha llamado este jueves en Aquisgrán (Alemania) a emprender una reforma de las instituciones europeas para hacerlas más eficaces y atender las preocupaciones de quienes «actualmente se sienten excluidos de ellas». A su juicio, no se puede despreciar ni ignorar a quienes dan la espalda a Europa a causa «del miedo a ante un presente y un futuro inciertos» ni tampoco pensar que no se les puede «volver a ganar para la causa europea».
«Haríamos mal en minusvalorar o desestimar este miedo, porque es una fuerza poderosa. El miedo que ataca hoy a millones de nuestros conciudadanos europeos surge de la inseguridad y de la experiencia de la desigualdad aumentada por la reciente crisis económica», ha dicho el jefe de Estado en la ceremonia de entrega del Premio Carlomagno, que reconoce a quienes contribuyen a la unidad de los pueblos de Europa, al ex primer ministro portugués y actual secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Para ello, ha pedido «aplicar las lecciones aprendidas en la crisis» y que los nuevos líderes europeos –aún por nombrar– lleven a cabo las «propuestas razonables» de reforma.
Precisamente, cree que el mejor homenaje que se le puede hacer a Guterres es «una Europa que empiece este nuevo ciclo con vigor y que maximice esta renovada confianza para promover la agenda» que él está liderando desde la ONU.
Por otro lado, ha dejado claro que el plan de Antonio Guterres para reformar la organización para ajustarla mejor a sus propósitos es «encomiable y necesaria» y tiene el apoyo de España.
En su discurso, el Rey ha distinguido a quienes recelan de la UE por miedo al futuro de quienes lo hacen por «nostalgia de glorias pasadas idealizadas». A su juicio, los que quieren «abandonar el sueño» europeo pensando que estarán «más abiertos a un nuevo mundo» se están «equivocando en dos frentes: el siglo y el empeño».
Eso es así, en su opinión, porque el mundo que éstos contemplan «no es el del futuro, sino el del pasado, un mundo de confrontación entre grandes potencias y bloques económicos», un mundo cuyos «abismos» ya son conocidos.
El Rey ha remarcado que el caso de Antonio Guterres «demuestra que no hay contradicción entre la construcción de una Europa más unida y la búsqueda de un orden internacional abierto y plural, que sea más justo y más cooperativo, basado en los principios y valores de la Carta de la ONU».
De hecho, ha destacado que, tal como dijo el primer receptor del Premio Carlomagno, Richard Coudenhove-Kalergi, la UE no es un fin en sí misma, sino un medio hacia «una unión verdadera de naciones basada en la diversidad y en la defensa de la dignidad humana y los derechos humanos».
Del mismo modo, ha señalado que la elección de Guterres como secretario general de la ONU es un claro recordatorio de que el sueño europeo no termina en las fronteras del continente, sino que los ideales europeos son los mismos que comparten millones de personas en todo el mundo.
MIGRANTES Y CAMBIO CLIMÁTICO
De Guterres ha destacado su solidaridad con los más necesitados, su apuesta por la unidad de los pueblos europeos y su contribución desde una Europa unida a las «causas justas de la humanidad», en particular a dos: los problemas de los «migrantes, desplazados y refugiados que huyen de la pobreza, la guerra y la persecución» y la lucha contra los daños del cambio climático.
Para Felipe VI, la UE no es solo el proyecto que ha dado a la mayoría de europeos las máximas cotas de bienestar, progreso y seguridad, sino uno de los grandes proyectos para la paz y algo con lo que muchas generaciones se identifican y se unen en un sentimiento de pertenencia.
Además de recordar que España y Portugal accedieron juntos a la hoy UE, «quedando irreversiblemente anclados a la democracia y a esta comunidad de Estados», ha expresado su «orgullo», como español, como «amigo de Portugal» y como europeo, por el premio a Guterres, el primer portugués en recibirlo.
El Rey ha descrito a Guterres, ex primer ministro socialista portugués, ex alto comisionado de la ONU para los refugiados y ahora secretario general de la ONU, como «un gran europeo y un gran ciudadano del mundo.
«Su alma es inmensa y también la sabiduría, la experiencia y la pasión con la que defiende sus ideales, todos bien reconocidos con este premio», ha dicho. El galardonado ha agradecido al Rey de España su presencia y sus «amables palabras»: «Significan mucho para mí», ha dicho en su cuenta oficial de Twitter tras la ceremonia.