Aunque a sus 46 años don Felipe será el rey más joven de Europa lo cierto es que, si atendemos a la historia de España, Felipe VI será el monarca más viejo en ser coronado. Su padre, sin ir más lejos, ascendió al trono con nueve años menos y su bisabuelo, Alfonso XIII, fue uno de los más jóvenes de la historia de España al ser coronado con sólo 16 años. Si seguimos ascendiendo por la línea de los Borbones, llegamos a Alfonso XII, tatarabuelo de don Felipe, que tomó la corona de España a los 17 años, en 1874, en lo que fue la segunda restauración borbónica tras el breve paréntesis de la I República.
Antes que él, habría que remontarse a Amadeo I de Saboya, aquel rey de linaje italiano que fue impuesto por el general Prim y cuyo breve reinado desembocó en una república caótica, con cuatro presidentes en apenas un año. El rey Amadeo fue coronado a los 25 años. Su desgraciado reinado, de apenas tres años, fue precedido por el de Isabel II, “la de los tristes destinos”, como la llamó Benito Pérez Galdós. Isabel fue reina a los tres años aunque no fue coronada hasta los trece, tras dos regencias, la de su madre María Cristina y la del general Baldomero Espartero. Su reinado fue el más precoz de la historia de España.
El padre de Isabel II, Fernando VII, reinó en dos ocasiones – antes y después de la invasión napoleónica – y en ambos casos era menor que don Felipe. Al inicio de su primer reinado, que comenzó tras el Motín de Aranjuez en 1808, tenía tan sólo 24 años y al final de la guerra de la Independencia, cuando fue aclamado como el deseado, tenía sólo 29. Aún contando a José I – el popular Pepe Botella – como rey de España bajo la dinastía Napoleón, seguiríamos sin superar a Felipe VI. Pese a que fue un monarca talludito, reinó con 40 años y fue depuesto antes de cumplir los 46.
Otro monarca ya mayor fue Carlos IV, quien también ascendió al trono a los 40 años, tras la muerte de su padre, Carlos III, el segundo en la lista de los reyes más viejos, pues fue coronado con 43 años. Claro que Carlos III accedió al trono español tras la muerte sin descendencia de su hermano Fernando VI y ya reinaba en Nápoles y Sicilia desde los 18 años. Con todo y pese a ser un rey maduro y con gran experiencia, era tres años más joven que don Felipe.
El hijo de Felipe V, Fernando VI, fue coronado con 33 años, una edad ya madura para la época pero que tiene su explicación en el reinado de su padre, el más longevo de la historia de España, con 45 años. El reinado de Felipe V tuvo un paréntesis en el reinado de su hijo, Luis I, aunque en ambos casos era más joven que nuestro rey. Fue coronado por primera vez a los 17 años y recuperó el trono, a la muerte de su hijo, a los 41. Luis I, apodado el Breve, ni siquiera llegó a vivir la mitad de los años de nuestro futuro monarca. Murió a los 17 años, menos de un año después de ser coronado.
Dinastía de los Austrias
La Casa Habsburgo tampoco cuenta con reyes maduros. Carlos II, el último de la dinastía, fue rey a los cuatro años, aunque no sería coronado hasta cumplir los 14, viviendo mientras tanto bajo la regencia de su madre, Mariana de Austria. Felipe IV, apodado el rey planeta por sus extensos dominios – que no le dieron más que preocupaciones – fue coronado a los 16 años, mientras que su padre, Felipe III, ascendió al trono a los veinte. Y esto a pesar de que Felipe II prolongó cuanto pudo su mandato, por no ver en su hijo cualidades para el mando. Todo lo contrario de lo que le pasó al propio Felipe II, que obtuvo el trono en vida de su padre, si bien hay que destacar que Felipe contaba ya con 29 años. Su padre, el emperador Carlos V llegó a España para ser coronado con 16 años y sin hablar una palabra de español, aunque lograría ser uno de los grandes reyes de nuestra historia. Carlos I de España y V de Alemania vino de Gante al morir su abuelo, Fernando el Católico, tras un período de regencia del cardenal Cisneros. Su padre, Felipe el Hermoso había muerto mucho antes, en 1506, tras un breve reinado de apenas tres meses. Aunque en realidad, Felipe Hermoso fue coronado rey de Castilla por su matrimonio con Juana la Loca, hija de los reyes católicos, a la muerte de Isabel.
Tanto Isabel como Fernando fueron coronados mucho más jóvenes de lo que será Felipe VI y los reyes que les precedieron no pueden considerarse reyes de España, si no de Castilla, Aragón o Navarra. Si nos remontamos a la historia media y antigua de España, sí podemos encontrar reyes mayores que don Felipe, aunque no son muy habituales. Juan II de Aragón, por ejemplo, el padre de Fernando el Católico, fue coronado rey de Aragón a la muerte de su hermano, Alfonso V el Magnánimo, cuando ya contaba con 60 años, aunque don Juan había sido rey de Navarra desde los 27 años. Hay que tener en cuenta que la esperanza de vida era infinitamente inferior y dependía de cómo se superasen las primeras etapas. Sólo si un hombre llegaba sano a los veinte se podía esperar que viviese hasta los cincuenta o incluso más.
Hay ejemplos como Martín I el Humano, a quien apodaban ‘el Viejo’, que sólo contaba con 40 años cuando fue coronado rey de Aragón y aunque se desconoce el año de su nacimiento, es muy probable que el rey visigodo Wamba, del que se dice que tenía una avanzada edad cuando aceptó la corona al fallecer Recesvinto, rondase los 45 años de don Felipe.