Aunque, como resulta evidente, las grandes áreas y urbes metropolitanas así como las zonas más industrializadas son aquellas que más sufren el impacto de la contaminación, el Informe de Calidad del Aire presentado este miércoles por Ecologistas en Acción elude establecer una clasificación de las ciudades más o menos contaminadas de nuestro país. Los autores del documento argumentan que existen razones que impiden una comparación objetiva.
Los datos que se utiliza el informe se fundamentan en datos obtenidos las estaciones de medición instaladas por los distintos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas. Sin embargo, en múltiples ocasiones los consistorios y administraciones autonómicas recurren a la picaresca a la hora de evaluar los contaminantes que pululan por el aire de sus territorios.
Ecologistas en Acción asegura que los porcentajes de captura de datos, la cantidad de estaciones de medición y su ubicación pueden diferir mucho entre unas regiones y otras. En este sentido, si nuestros gobernantes municipales o regionales deciden cambiar el lugar de sus estaciones -como, de hecho, ya ha ocurrido- y colocarlas en zonas verdes, parques o periféricas, alejadas de la mayor densidad de tráfico, los resultados de contaminación mejoran sensiblemente.
No en vano, el Ayuntamiento de Madrid -la capital siempre detenta el dudoso honor de encabezar las plazas más contaminadas de España- cambió de sitio en 2010 una decena de estaciones desde los lugares con mayor tráfico como la Plaza de Luca de Tena, Cuesta de Moyano, Paseo de Recoletos, plaza de Gregorio Marañón, plaza del Marqués de Salamanca, plaza de Manuel Becerra, calle Alcála, Paseo de Pontones, Isaac Peral y Alto de Extremadura, hacia un extraradio más verde y mucho menos nocivo respecto a sustancias tóxicas en el aire.
No todos obran igual, dándose una curiosa paradoja que pasa porque los ejecutivos que realizan las mediciones más exhaustivas y ajustadas a la realidad del tráfico, al registrar valores de contaminación más altos -sobre todo en dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión- acaban liderando las clasificaciones de ciudades o CCAA más contaminadas.
Ecologistas en Acción considera que hacer un ranking «sería caer en esa trampa» y premiar contra su voluntad a los ayuntamientos que tratan de disimular su contaminación en vez de tomar medidas reales para combatirla.
No obstante, aunque el Informe evita estas comparaciones, sí ofrece algunas conclusiones sólidas y varios »mapas de la contaminación» clasificados en función de las sustancias tóxicas.
Partículas en suspensión
La población que se encuentra afectada por las partículas en suspensión – que consisten en acumulación de minúsculas piezas de sólidos o de gotitas de líquidos en la atmósfera ambiental, generada a partir de alguna actividades causadas por el hombre- de 21,53 millones de personas, un 45,7 % de la población, según el valor anual recomendado por la OMS. Las principales zonas afectadas son Andalucía, Asturias Central, Gijón, el litoral de Cantabría, el sureste de Castilla-La Mancha y la Región de Murcia, el área metropolitana de Barcelona, el interior de Girona y Barcelona, Menorca, las Islas Canarias, Elche, Lugo, Vigo, el noroeste y sur de la Comunidad de Madrid, el Pirineo navarro y Logroño.
Respecto a las partículas PM (del ingles Particulate Matter) que hace referencia a pequeñas partículas sólidas o líquidas depolvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, las zonas afectadas son parcialmente coincidentes con las señaladas en el mapa anterior. Así se añade el Bierzo, el litoral valenciano, el interior de Galicia o el Gran Bilbao.
No obstante, Ecologistas en Acción asegura que son pocas las estaciones capaces de medir este contaminante en las diversas CCAA auqneu precisa 25 millones de españoles, un 53% de la población, se ve afectada por por las partículas PM, de acuerdo con el valor recomendado por la OMS.
Dióxido de nitrógeno
La población que respira niveles malsanos de dióxido de nitrógeno NO – un compuesto químico que se forma como subproducto en los procesos de combustión a altas temperaturas, como en los vehículos motorizados y las plantas eléctricas- es de casi 10 millones de personas, un 21% de la población, según el valor límite anual de la normativa impuesta por la OMS. En esta clasificación destaca la capital, Madrid, y las áreas metropolitanas de Barcelona, Granada, Murcia y Valencia.
Dióxido de azufre
La población que soporta niveles elevados de dióxido de azufre, SO2 – un gas incoloro con un característico olor asfixiante utilizado por la industria alimentaria como conservante y antioxidante (E220) generalmente de zumos, frutos secos, mermeladas, vino etc… -es de 5,81 millones de personas, un 14,6% de la población, siempre en base a los valores recomendados por la OMS. Destacan la Bahía de Algeciras (Cádiz), Asturias Central, Gijón, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Puertollano (Ciudad Real), las montañas del noroeste de Galicia, el Valle de las Escombreras (Murcia) o la llanada Alavesa.
El ozono
El ozono troposférico o ambiental -un gas de olor acre y generalmente incoloro, pero en grandes concentraciones puede volverse ligeramente azulado; si se respira en grandes cantidades, puede provocar una irritación en los ojos y la garganta- afecta a una población de 41,32 millones de personas, un 87,7% de la población total, de acuerdo a los valores recomendados por la OMS.
El ozono afecta con mayor virulencia a las áreas rurales y suburbanas próximas a las grandes ciudades de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza… etc y en diferentes zonas rurales de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia o Navarra.