Los niños se han convertido en un daño colateral en Yemen. Ya sea por los bombardeos, que ya han causado al menos 62 muertos y más de 30 heridos, ya sea por el hambre, la falta de agua, o por el reclutamiento forzoso de muchos de ellos.
Mientras la ONU ya ha evacuado a su gente tras avisar de una crisis humanitaria a las puertas, Unicef denuncia que los enfrentamientos están perjudicando “gravemente” los servicios básicos de salud y educación, mientras la violencia y el desplazamiento dejan a los niños “aterrorizados”.
“Los niños necesitan desesperadamente protección, y todas las partes del conflicto deberían hacer todo lo que esté en su mano para mantener a los niños seguros”, dijo Julien Harneis, representante de Unicef Yemen, desde Amman (Jordania).
No solo matan las bombas: la desnutrición y reclutamiento de niños para la guerra aumentan
Unicef señala que la actual intensificación de la violencia y el rápido deterioro de la situación humanitaria están empeorando las ya precarias condiciones de los niños en el país, con una inseguridad alimentaria generalizada, desnutrición severa aguda y aumento de las tasas de reclutamiento de niños.
Organizaciones como UNICEF están intentando que sigan funcionando los suministros esenciales de agua, saneamiento y salud, así como vacunas, nutrición, educación y programas psicosociales y de concienciación sobre minas.
Una crisis humanitaria parece inevitable
Una crisis humanitaria de gran magnitud está a las puertas de Yemen. Irán y Arabia se acusan mutuamente de querer desestabilizar la zona, mientras el alto comisario de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra»ad Al Husein, declaró que teme un «colapso total» en Yemen.
Saná sufrió la noche del lunes al martes los bombardeos «más violentos» desde el inicio, el 26 de marzo, de los ataques de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita contra los rebeldes chiitas hutíes proiraníes en Yemen. El tono subió entre Riad y Teherán mientras todas las miradas estaban atentas a Lausana y las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
Arabia Suadí dice que está preparada para la guerra si Irán reacciona
El ministro saudí de Relaciones Exteriores, príncipe Saud al Faisal, denunció nuevamente este martes el «apoyo» de Irán a los rebeldes chiitas que «desestabilizaron» Yemen. «No somos guerreros pero si hacen sonar los tambores de guerra, estamos listos», dijo el ministro.
Irán a su vez advirtió de que «el ataque saudí» en Yemen puede poner en peligro todo Oriente Medio y pidió «el cese inmediato» de las operaciones militares. «El fuego de la guerra» arrastrará a «toda la región a jugar con fuego», declaró el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Hosein Amir Abdola.
Irán anuncia el envío de ayuda tras advertir a Arabia Saudí que juega con fuego
Irán anunció el envío a Yemen de una ayuda compuesta por «19 toneladas de medicinas y material sanitario, productos vitales y dos toneladas de alimentos». Varios países árabes acusan a Teherán de querer aumentar su influencia en Oriente Medio con su apoyo a los hutis.
El presidente egipcio, Abdel Fattah Al Sisi, instó la noche del martes a los rebeldes chiita a «dar marcha atrás» y abandonar las zonas que controlan en Yemen. Al Sisi afirmó que su país se ha sumado a la coalición contra ellos con el fin de preservar la «seguridad en el Golfo».
En una cumbre celebrada en El Cairo unos días atrás, los estadistas árabes decidieron continuar la campaña aérea en Yemen hasta la rendición de los rebeldes hutis que controlan la capital y avanzan hacia la segunda ciudad del país, Adén, en el sur.
Después de entrar en Saná en septiembre, los hutis conquistaron regiones en el centro, oeste y sur del país hasta amenazar Adén, la segunda ciudad yemení, lo que supuso el inicio de los bombardeos. La ONU evacuó a sus últimos empleados extranjeros de Yemen e instaló a su emisario Jamal Benomar en Jordania, según un portavoz.
Las incursiones de una extrema violencia se concentraron la noche del lunes al martes contra posiciones de la Guardia Republicana, cuerpo del ejército que permanece fiel al ex presidente Salé.
Por ahora se descarta la invasión terrestre
El objetivo primordial de la coalición, que comprende nueve países árabes, es debilitar las infraestructuras militares de los hutis y sus aliados. El portavoz de la coalición descartó «por el momento» una intervención terrestre, que los expertos consideran indispensable.
«Por el momento una intervención no es necesaria», dijo Ahmed Asiri, portavoz saudí de la coalición, aunque advirtió de que en cualquier momento puede «surgir» esa necesidad. Asiri admitió implícitamente la responsabilidad de la coalición en un bombardeo que causó 40 muertos el lunes en el campo de desplazados de Al Mazrak, noroeste de Yemen.
«Los daños colaterales son posibles», deploró también Asiri después de que Amnistía Internacional denunciara que al menos seis civiles figuraban entre las 14 personas quemadas vivas el martes en un ataque de la coalición contra un objetivo huti en la provincia central de Ibb.
La Unión Europea extremadamente preocupada por los ataques a hospitales
La Unión Europea se declaró «extremadamente preocupada» por el «impacto de los combates en Yemen» y señaló que las informaciones sobre víctimas civiles «son alarmantes». La ONU denunció un ataque contra tres hospitales en Dalé (sur) por la 33ª división blindada, favorable al ex presidente Salé, y por hutis.
El cuartel general de la 33ª división sufrió el martes un ataque aéreo de la coalición que dejó 32 soldados muertos, afirmó una fuente médica. En Adén, 10 personas murieron por disparos rebeldes, según una fuente médica.
Médicos sin Fronteras (MSF) anunció que «atendió a más de 550 heridos desde el 19 de marzo tras los choques en Aden, Lahej y otras regiones del sur». El Comité Internacional de la Cruz Roja indicó el martes que no obtuvo garantías de seguridad para que aterrizara en Yemen un avión cargado de material médico. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) recomienda a las aerolíneas que eviten sobrevolar Yemen, un país en guerra.