Desafortunadas declaraciones, insultos directos y todo tipo de descalificaciones, incluso amenazas de muerte. Desde que descubrieron Twitter, los políticos han aprovechado esta red social como prolongación aún más airada de los ataques que protagonizan en el Congreso, en las Cámaras autonómicas o en los plenos municipales. Algunos de sus “tuits” son totalmente censurables y demuestran, con críticas a sus adversarios políticos y a colectivos sociales, un más que dudoso ejemplo como representantes de la función pública. De los “deslices” no se libra ningún partido y en casi todos los casos se sigue el mismo modus operandi: una vez abierta la caja de los truenos son borrados sin más consecuencia política. En un momento en que se debate la conveniencia o no de controlar lo que se publica en la Red, repasamos algunos de los tuits más reprobables de los políticos:
«Voy a avisar a unos vallecanos con las cabezas rapadas», tuiteó el alcalde de Leganés a un concejal socialista
De entre los “tuits” más ofensivos difundidos por miembros del partido, destaca sobre todo uno. El que el año pasado escribió el concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Vélez-Málaga, Francisco Natera, quien incendió las redes sociales con un comentario en el que se mofaba de los parados:
El “tuit” recibió duras críticas y obligó incluso al alcalde de la localidad a pedir disculpas por las desafortunadas declaraciones de su edil. También el partido se desligó de las declaraciones. “No compartimos su reflexión y sentimos la alusión a desempleados”, decían a través de su perfil en la Red. La repercusión alcanzada por el comentario, llevó, horas después, a que el concejal pidiese perdón, asegurando que había hecho su comentario sobre una noticia publicada en la página web de un periódico: “Pido disculpas por mi tweet, me expresé mal. No quería ofender a nadie. Lo lamento”. La historia quedó así zanjada, sin recibir mayor reprobación.
En octubre del año pasado, era un miembro de Nuevas Generaciones del partido en Madrid, Jaime Mora, quien amenazaba de muerte al diputado de IU, Alberto Garzón, a quien llamaba “hijo de puta”, “payaso” y “gilipollas”, después de que éste aplaudiese en Twitter la sentencia de Estrasburgo contra la doctrina Parot: “Buena noticia. Las leyes se han de redactar procurando basarse en la razón y los derechos humanos, no en el odio… como se acostumbra en este país”.
Mora cargó entonces contra el diputado: “Qué gilipollas eres coño… En los ddhh?? Los de las víctimas dices no? Puto payaso eres coño (…) Aunque pensándolo bien matarte a ti o a todos los d tu calaña nos va a salir igual d caro! Igual no va a ser tan malo… Payaso”
Los tuits adquirieron de inmediato gran repercusión en las redes sociales. Nuevas Generaciones se desvinculó de las opiniones vertidas por Mora, publicando también un tuit en el que advertía: “NNGG desprecia esa opinión vertida por el afiliado de NNGG de Madrid y respeta la libertad de cada uno en sus declaraciones”. Éste acabó dimitiendo de sus responsabilidades y optó además por proteger su cuenta en Twitter, para que sus comentarios no estuviesen abiertos a todos los internautas. La formación también le suspendió de militancia.
Ese mismo mes, el alcalde de Leganés, Jesús Gómez, del PP, se enzarzó en una bronca en esta red social después de que, el día anterior, se produjesen varios momentos de tensión durante el pregón de las fiestas patronales de la localidad por las protestas de medio centenar de personas contra la salida a concurso de varias viviendas del IVIMA.
Esas protestas se trasladaron después a la caseta que el partido tenía en el recinto festivo, provocando varios tumultos y la intervención de la policía. Los incidentes se saldaron con tres detenidos y dos heridos graves. Pero la tensión, lejos de aplacarse en la calle, continuó al día siguiente en Twitter. El concejal socialista Pedro Atienza publicaba un mail en el que decía al @alcaldeleganes “Yo sí invito a quién no sea de Leganés se acerque a fiestas de San Nicasio y venga a caseta @PSOELEGANES”.
El edil le respondía con el siguiente tuit: “Qué bueno y generoso es usted. Voy a avisar a unos vallecanos con las cabezas rapadas de que usted les invita a su caseta”. Gómez se defendió después de las críticas afirmando que lo había dicho de forma irónica. “Me sorprende que los socialistas no condenen el ataque a nuestra caseta ni en el pregón. El tuit se lo ponía como ejemplo retórico. De ahí a convertir la categoría en anécdota me parece exagerado”.
En julio de 2012, la metedura de pata fue del senador del PP por Málaga, Joaquín Luis Ramírez, quien respondió con un “TPM” a un seguidor que le había llamado “sinvergüenza”. El comentario circuló con rapidez por las redes sociales y alcanzó enorme circulación con el retuiteo, lo que obligó al político a pedir disculpas: “Respeto todas las críticas y no ha sido mi intención faltar el repeto ni insultar a nadie”, se arrepentía en otro tuit.
«Sois herederos de un genocida», el insulto de un exconcejal del PSOE a los populares
La salida machista de Arias Cañete tras su debate con Valenciano recibió, hace unos días, el desafortunado ataque en Twitter del secretario general del PSOE de Aragón, Javier Lambán: «Cañete: nazi o fascista, no. Cañete es de esa España inferior que ora y embiste cuando se digna usar de la cabeza (Machado)»
Lambán había tomado el mismo argumento antes, en un mitin en el que afirmó que si el candidato popular a las elecciones llegase a ser comisario “sería como retroceder a la Europa de nazis y fascistas, en el peor sentido de la palabra”. El candidato aragonés del PP a las europeas, Fernando Ledesma, le ha exigido una rectificación.
Y es que “nazista” es el insulto que con más ligereza profieren los socialistas cuando se refieren a los populares. Lo hizo también, en abril del año pasado, Javier Priego, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Cuenca hasta 2011 y militante del partido, quien publicaba en Twitter un montaje fotográfico en el que comparaba a Hitler, Rajoy, Franco y Aznar, entre otros, acompañados del comentario “Te suena MDolores? Esto si es Nazismo. Sois herederos del genocida y el general sedicioso”.
Era su particular “respuesta” después que la secretaria general del PP calificase los episodios de acoso a políticos ante sus viviendas de “nazismo puro”.
Priego defendió su comentario asegurando que se trataba de algo “absolutamente personal y sin ninguna vinculación” con el PSOE. “En este momento soy un ciudadano sin ninguna vinculación a cargos orgánicos o institucionales y por tanto absolutamente libre para poder opinar sobre las cuestiones que a mí me parezcan bien”, decía ante las críticas de los socialistas de Cuenca. El PSOE se limitó a censurar de forma suave las palabras de su militante, matizando que había sido Cospedal la primera en utilizar la palabra “nazismo”.
Priego, lejos de “recular, publicaba sólo una semana después otro tuit, dirigido en esta ocasión al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes y la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, “Las risitas son antes o después del Consejo d Ministros? Donde está la gracia? Imbéciles”
En septiembre del año pasado, la agrupación de IU en el ayuntamiento cacereño de Brozas denunció también los comentarios vertidos por uno de los concejales del PSOE, Álvaro Vinagre, contra los antitaurinos. “antitaurinos hijos de puta Viva el toreo”, decía Vinagre en uno de sus tuits, “los antitaurinos generan violencia. Son peligrosos. Cuanto más lejos, mejor”.
Los ejemplos de insultos vertidos por políticos de uno y otro signo a través de la Red son numerosos. En 2011, el alcalde de Puertollano (Ciudad Real), Joaquín Hermoso, del PSOE, empleó también Twitter para llamar “gilipollas” a un periodista, después de que este hiciese un comentario sobre la situación de los trabajadores afectados por el ERE de la empresa Silicio Solar. El periodista escribió que el ERE suponía también un “ultimatum” a Hermoso y el alcalde le dedicó un : «@santosgmonroy eres Gilipollas, Ultimátum? tengo la conciencia más tranquila y las ideas mas claras que tu las puedas tener en tu puta vida (sic)».
La polémica hizo que, unas horas después, el regidor le pidiese disculpas en la Red, “por las formas, no por el fondo”. “Lamento y retiro el insulto, pero no saben el daño que este señor está haciendo con sus mentiras y opiniones”
Pero los comentarios ofensivos no van únicamente dirigidos a personas de “carne y hueso”. Ni las patronas se libran. En enero de este año, al concejal socialista en el Ayuntamiento de Utrera, Francisco Campanario, se le ocurrió ni más ni menos que criticar a la Virgen de Consolación a través de esta red social:
@sergiosierrar parece la mano de una choni de Dos Hermanas, tanto anillaco es necesario??
— Paco Campanario (@paco_campanario) enero 1, 2014
“Campanario no sólo falta al respeto a la Virgen de Consolación, sino que también descalifica a los ciudadanos de Dos Hermanas”, lamentó el PP utrerano.
El concejal socialista pidió después disculpas por su desafortunado “tuit”, también vía Twitter y se puso en contacto con la hermandad de la Virgen para “enmendar” el error: “Arrepentidos también los quiere Dios. Asunto zanjado”, escribió ésta también en la Red.
«Ha llegado el día de empalar a Toni Cantó», escribió un concejal de IU
En noviembre del año pasado, un concejal de IU en el Ayuntamiento de Ronda se enzarzó en una airada discusión a través de Twitter con una cargo de confianza del Partido Andalucista, Remedios Doña, adscrita a la primera teniente de alcalde de la localidad, Isabel Barriga . El edil llamó “mascota, ameba, idiota, gilipollas y retrasada” a Doña, quien a su vez le correspondió con otros insultos, “rastrero, trepa, violento y mentiroso”.
La caliente conversación entre ambos se inició con un tuit de Carreño: «Hubo una diputada que abandonaba su escaño para ir a parar desahucios. Su nombre es Dolores Ibárruri »La Pasionaria». Te recordamos @elpce», al que la andalucista contestó «También vestía jersey Burbery y conducía coche de lujo… predicáis un comunismo que ni vosotros practicáis».
Carreño le correspondió con un «idiota», antes de que ambos perdiesen totalmente los papeles. El concejal de IU admitió después haberse equivocado.
Otras lindeza de IU llegó a comienzos del año pasado de manos de uno de sus concejales del partido en el Ayuntamiento de Madrid, Jorge García Castaño, quien apostó directamente por “empalar” al diputado de UpyD, Toni Cantó, después de que éste afirmase en el Congreso que “la mayoría de las denuncias por violencia de género son falsas”.
Horas después, retiró el comentario, añadiendo un “Si a alguien le ha molestado la expresión que he utilizado esta mañana no tengo problemas en pedirle perdón”.
Twitter fue también el lugar elegido por Joan Tardá, diputado de ERC en el Congreso, para tachar de “enorme hijo de puta” al catedrático Gregorio Peces-Barba, después de que éste ironizase sobre los bombardeos a Cataluña. Tardà precisó después que con su comentario no pretendía “insultar” a la madre de Peces Barba.