Isabel Pantoja compartirá prisión con reclusas condenadas en un 90% de los casos por delitos contra la salud pública. La tonadillera ingresó este viernes en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra, construida en 1991, sobre un solar de 68.329 metros cuadrados, que dispone de una superficie construida de 22.900 metros cuadrados.
La inmensa mayoría de las reclusas están clasificadas en 2º grado, y hay escasas presas en Primer grado y en preventivo. En la institución tienen cabida un máximo de 150 reclusas, aunque la media habitual no supera las 140 internas. Dentro de los muros de la cárcel hay 83 celdas, y siete celdas más complementarias, en las que se engloban las de ingreso, enfermería y aislamiento.
El orden y el concierto en la institución lo mantienen 65 funcionarias de prisiones, de un total de 121 trabajadores, incluyendo educadores, operarios de comedor y los mandos de la cárcel.
La prisión de Alcalá de Guadaíra se estructura en tres modulos. Uno de ellos es un módulo de madres, para presas con hijos menores de tres años. Cuenta hasta con guardería. En los otros dos las reclusas se mezclan en una especie de cajón de sastre.
Una media de 50 años
Con una media de edad entre las internas que ronda los 50 años, la población de la prisión de Alcalá de Guadaíra procede en muchos casos de barriadas de tanta solera en Sevilla como Los Pajaritos, El Polígono Norte, Torreblanca y las Tresmil viviendas.
Una mayoría de ellas son de etnia gitana, y «no le van a causar ningún problema a Isabel Pantoja, al contrario», señala un funcionario de prisiones a este diario, que augura que la tonadillera se va a encontrar muy cómoda en esta prisión, que «tiene un ambiente casi familiar».
Este viernes, tras ingresar en la cárcel, a Isabel Pantoja la verá uno de los tres médicos con los que cuenta la prisión, que también tiene un jurista, un psicólogo y tres educadores. Todos estos especialistas verán igualmente a la nueva reclusa, aunque si no da tiempo hoy lo harán el lunes.
Lo más probable es que Isabel Pantoja no llegue a estar en preventiva, pero al menos durante los primeros días estará acompañada de una presa de confianza, que será más joven que ella, y la ayudará a adaptarse al horario y usos de de la cárcel.