Mariano Rajoy se ha reunido para comer con los barones del Partido Popular en Génova 13. La idea era conocer qué piensan los dirigentes regionales sobre los posibles cambios en la financiación autonómica de cara a un cambio en la legislación aunque son muchas las voces que saben que ese no parece que vaya a ser el tema central del encuentro. La vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, también han sido invitados a la cita.
Las encuestas continúan aupando a Ciudadanos de cara a los próximos comicios electorales. El CIS del mes de enero le posicionó en tercer lugar, pero el resto de encuestas privadas encargadas por diferentes medios de comunicación insisten en la posibilidad de que la formación naranja podría vencer, o ser clave, para futuras citas con las urnas.
Esto ha revuelto (aún más) las aguas populares que reclaman a Mariano Rajoy, desde las diferentes regiones de España, que el Gobierno tenga un perfil más político. El año que viene hay elecciones municipales, autonómicas y europeas en España y sobre el PP vuela el fantasma de un Ciudadanos que crece (solo en las encuestas, de momento).
Lo cierto es que en público no se muestran críticos con su jefe de filas pero en privado muestran su preocupación ante la posible pérdida de votos que podrían vivir en 2019. La popularidad de Rajoy continúa cayendo y no convence que la recuperación vaya a ser suficiente como único argumento para volver a ganar. Por ello, desde fuera de Madrid piden mayor peso político en Génova y recuperar la iniciativa perdida.
Crisis en el Gobierno
El próximo mes de marzo se decidirá si el ministro de Economía, Luis de Guindos, se irá o no a Bruselas para ocupar el cargo de vicepresidente del Banco Central Europeo, y es más de uno el que ve la decisión como un momento perfecto para hacer cambios.
Muchos creen que es necesario que los ministros del Gobierno de Rajoy tengan algún perfil más político. Hace una semana, en la Cadena Ser, el Ministro de Fomento, Íñigo de la Serna esquivó la pregunta sobre si podría ser el relevo de Rajoy en la sucesión. Lo mimo hizo la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina sobre sustituir a De Guindos en la cartera económica.
El baile de nombres se produce pero Rajoy sigue sin mover ficha, fiel a su estilo, aunque la preocupación parece obvia. Las ciudades de Madrid y Barcelona son dos de las claves para los populares que en 2011 perdieron cediéndolo a las confluencias lideradas por Ada Colau y Manuela Carmena.
La corrupción acecha al PP
Ricardo Costa «cantó» hace unas semanas y confirmó la financiación irregular del Partido Popular en Valencia. El turno, este martes, ha sido de Francisco Granados. El que fuera secretario general del PP en Madrid ha pedido declarar ante el juez y ha afirmado que Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes e Ignacio González sabían lo que ocurría con la financiación en el partido de la capital.
Desde Ciudadanos atacan a los populares por su actitud hacia la corrupción. La formación naranja insiste en que se deben asumir responsabilidades y se cuelgan la medalla de haber pactado con el PP que todos los cargos púbicos imputados dimitirían de su cargo, como el caso del presidente de Murcia.