Tras varias jornadas de manifestaciones masivas, Rajoy ha tenido que dar la cara en el Congreso por la crisis de las pensiones. Aunque todos los partidos coinciden en que hay que hacer algo para salvar el sistema, nadie llega a un acuerdo y todos proponen cosas diferentes. El líder popular ha cedido prometiendo que garantizará en los próximos presupuestos las pensiones mínimas y las de viudedad, pero evita dar detalles y recuerda que España no se puede gastar “lo que no se tiene”. Los socialistas por su parte quieren un impuesto a la banca y una revalorización con arreglo al IPC y Ciudadanos pide ampliar el IRPF, no a los jubilados sino a todos. Podemos opta por que suban los sueldos, comenzando por subir el salario mínimo interprofesional, y se suma al apoyo socialista del impuesto de solidaridad a la banca.
El debate en el Parlamento llega en un momento clave para la legislatura de los populares. Con la aprobación de los presupuestos pendiente, la presión al ejecutivo es evidente por el colectivo de los jubilados, que temen por sus pensiones y exigen mejores condiciones.
De fondo, las próximas elecciones municipales de 2019, donde el poder de voto de los pensionistas suman un total de 10 millones de papeletas.
El plan de Rajoy
Rajoy ha jugado a dos bandas en su intervención. Por un lado, ha prometido mejorar las pensiones mínimas y de viudedad y concentrar las ayudas fiscales en el IRPF para pensionistas y familias como medida estrella. Sin embargo, no ha especificado en qué porcentaje ni cómo, limitándose a asegurar que el plan sobrevivirá si la creación de empleo continúa.
La subida en la pensiones prometida por el Gobierno se debería incorporar, de cumplirse, en el proyecto de presupuestos del próximo 23 de marzo. En dicho documento deberá incorporarse un transvase de dinero del Estado a la Seguridad Social para subir el mínimo de cobro para los pensionistas.
Nada ha dicho de cuánto subirá las pensiones, de dónde sacará el dinero para ello y cómo se producirá dicho transvase.
La otra gran medida de Rajoy será dar nuevas ventajas fiscales para las personas mayores, medidas entre las que Montoro venía incluyendo el bautizado como cheque-pensión. Sin embargo, aunque el presidente ha anunciado la venida de las nuevas medidas fiscales, tampoco ha hablado del cheque-pensión y ha quedado la medida de nuevo en el aire.
Eso sí, ha asegurado que no cambiará el sistema de revalorización y no tocará cambiará lo básico del pacto de Toledo, tal y como piden el grueso de pensionistas en la calle. Considera que hay que tener en cuenta que no se puede gastar «lo que no se tiene» y que España está obligada cumplir con los objetivos europeos en materia de déficit público, «porque fue lo que salvó a España», ha dicho.
A largo plazo, ha hablado de mantener las políticas de crecimiento activo para fortalecer el sistema y su continuidad.
La réplica de Margarita Robles y el impuesto a la banca
Los socialistas sin embargo tienen una visión diferente sobre cómo resolver el problema de las pensiones y creen que Rajoy aún “no ha hecho ninguna propuesta”.
Esta mañana, la portavoz del grupo socialista ha exigido, además, “medidas a corto plazo para 2018”, que se realice la esperada “revalorización” de las pensiones con arreglo al IPC, que se suprima el factor de sostenibilidad y se tomen medidas para racionalizar los gastos del sistema.
Además de las medidas anunciadas esta mañana por Robles, el PSOE lleva tiempo defendiendo su propuesta particular, un impuesto a la banca y a las grandes transacciones, por el que Sánchez asegura que podrían conseguirse un total de 1000 millones si todo funcionaba como lo previsto. Una propuesta que Rajoy ha tildado de “demagoga”, ya que con “1000 millones de euros no se soluciona esto” ha dicho.
Sin embargo, la medida, apoyada también por Podemos, permanece bloqueada por la alianza Ciudadanos-PP.
Ciudadanos quiere rebajar el IRPF a todos
Por su parte Ciudadanos, cuyo apoyo para la aprobación en los presupuestos es esencial para los populares, ha pedido que realice una rebaja en el IRPF, no a los pensionistas sino en general. Quieren que bajen los impuestos a las rentas de entre 12.000 y 17.000 euros anuales, lo que supone que el 25% de los pensionistas tengan entre 33 y 70 euros más en el bolsillo a final de mes.
Su medida debe ser tenida en cuenta por Rajoy, ya que Rivera asegura que su apoyo a los presupuestos depende de aceptar esta medida para el plan presupuestario de 2018.
Rivera también ha pedido compromiso con el futuro de las pensiones y ha destacado que está de acuerdo en que las pensiones tienen que ser «dignas», pero considera que también es importante garantizar a quien «hoy trabaja que las pensiones se pagarán en un futuro».
Un salario mínimo de 950 euros, la propuesta de Podemos
El partido morado ha exigido al presidente Rajoy una reacción inmediata para los españoles que según ha dicho Pablo Iglesias “se han matado a trabajar”.
Iglesias ha lanzado una batería de propuestas al Ejecutivo, incluidas también en varias proposiciones de ley presentadas por Unidos Podemos en el Congreso, que han sido vetadas por el Gobierno por afectar a los presupuestos, entre ellas el impuesto a la banca.
Primero, han planteado una subida del salario mínimo interprofesional a 950 euros, como ha pedido su grupo, y derogar las dos últimas reformas laborales para mejorar la calidad del empleo y los salarios.
En segundo lugar, ha apelado a la necesidad de imponer un impuesto de solidaridad a la banca, propuesta que comparte con PSOE, y que los populares y Ciudadanos mantienen bloqueada.
Además, ha reclamado acabar con el «factor de empobrecimiento» que algunos llaman factor de sostenibilidad -ha dicho-, que vincula la evolución de las pensiones a la esperanza de vida; y suprimir las desgravaciones fiscales a los planes privados de pensiones.
También ha recordado a Rajoy que en el CIS de febrero la preocupación de los españoles por las pensiones es la más alta de los últimos 30 años.