Durante el último año, un 62% de los reclusos que cumplen condena en los centros penitenciarios y de inserción social dependientes de la Administración General del Estado y que participaron en el programa, lograron firmar un contrato de trabajo.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el presidente de la Fundación Bancaria la Caixa, Isidro Fainé, han firmado un acuerdo para intensificar su colaboración en este programa y dedicar este año 4,1 millones de euros que beneficiarán a 1.350 internos de toda España que se encuentran en la fase final de su condena.
Durante los últimos años el programa ha crecido hasta el punto de que el año pasado consiguieron trabajo 768 reclusos y este año 2015 prevén encontrar empleo a entre 800 y 900 presos que participan en el programa.
Entre ellos, seguramente se encuentren Orlando, Paco y José, que han realizado cursos de cocina y electricidad en el marco de este programa gracias al cual, según dicen, ya ven «la luz al final del túnel».
Concretamente, José se presentará este jueves a una prueba para cocinar burritos en un establecimiento. «Si me cogen, lo primero que haría sería celebrarlo», exclama. Además, enumera las ventajas que supone participar en los itinerarios de formación de la Fundación la Caixa porque, por lo menos, les permite pasar el día fuera del centro penitenciario, al que solo deben volver para dormir.
Un total de 76 centros penitenciarios de toda España participan en el programa y es en ellos, precisamente, donde comienza la fase de selección. Después, los presos pasan por una etapa de formación, de prácticas no laborales y voluntariado, para finalmente centrarse en la búsqueda activa de empleo.
La jefa del área de Formación para el Empleo y la Inserción Laboral de Instituciones Penitenciarias, Isabel del Valle, ha explicado que el proceso de selección se realiza entre los presos que se encuentran en tercer grado, es decir, que pueden salir a la calle, pero, sobre todo, supone una oportunidad para aquellos que tienen el segundo grado para alcanzar el tercer grado.
Orlando cuenta que su curso en hostelería fue «muy positivo» y Paco añade que «de lo que se trata es de salir adelante» después de «tanto tiempo sin trabajar». Asimismo, cuenta que es «un alivio», no solo para ellos sino también para sus familias que son, a su juicio, «los que más sufren».
ROMPER ESTIGMAS
El director del Programa de Integración Sociolaboral de la Fundación la Caixa, Jaume Farre, ha explicado que en este proyecto el empresario es «la figura clave» pues es al que deben convencer de contratar a estas personas y de «romper estigmas».
El año pasado, colaboraron un total de 737 empresas que, al contratar a una de estas personas en situación vulnerable ya podrán poner en su memoria la marca »Incorpora» que refleja su compromiso con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Por sectores, un 48 por ciento de los reinsertados laboralmente fueron contratados en el sector de la hostelería, como camareros, ayudantes de cocina o en limpieza de habitaciones; un 32 por ciento en el sector servicios, para gestión de almacenes, logística, comercios y atención a la dependencia; un 14 por ciento en agricultura, y un 6 por ciento en otras ocupaciones relacionadas con la industria.
Reincorpora se puso en marcha en 2011 como evolución del programa de becas a reclusos que la Obra Social la Caixa desarrollaba desde el año 2005 y forma parte de las iniciativas que impulsa la Obra Social la Caixa en favor de las personas en riesgo o situación de exclusión social.