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Se entiende por pérdida de audición incapacitante aquella que supera los 40dB en el caso de los adultos y superior a 30dB en el caso de los niños. Estas cifras se toman como referencia respecto al oído con mejor audición y es una forma que tienen los médicos de determinar el nivel de pérdida auditiva que tiene una persona.
La pérdida auditiva es un problema que afecta al 5% de la población mundial incidiendo de forma mayoritaria a las personas mayores de 65 años, ya que aproximadamente un tercio de este colectivo sufre pérdidas auditivas que perjudican su vida diaria.
Causas de la pérdida auditiva
El papel de la prevención en la salud auditiva es fundamental y por ello revisar la audición si se detecta que no se oye de la misma manera que antes es prioritario para determinar posible problemas y evitar que aumente su gravedad. Para ello localiza tu centro auditivo más cercano para hacer una revisión auditiva completa.
Hay dos tipos de causas que puede provocar una pérdida de las capacidades auditivas en las personas:
Causas congénitas
Las causas con origen congénito se detectan en los bebés a los pocos meses de su nacimiento o incluso en el momento de su nacimiento. Este tipo de causas puede tener su origen en la herencia genética pero también puede surgir por complicaciones en el embarazo y situaciones sobrevenidas en el momento del parto.
Causas adquiridas
Son aquellas causas que provocan una pérdida de audición en personas de cualquier edad. Las causas más comunes que causan pérdida auditiva son los traumatismos craneoencefálicos, enfermedades infecciosas, el envejecimiento natural o una exposición continua a ruidos intensos. Son muchos los orígenes pero también las medidas de prevención que se pueden tomar.
La importancia de las revisiones
Tomar medidas de prevención y llevar a cabo revisiones de los oídos y su capacidad auditiva son la única forma de combatir y evitar una pérdida auditiva. Las revisiones en centro auditivos especializados son cada vez más frecuentes ya que ayudan a detectar posibles problemas auditivos y a partir de ahí poder empezar a tomar medidas para detener el deterioro.
Las pruebas que se realizan en una revisión son sencillas de realizar y no toman demasiado tiempo, por lo que no existen excusas para no poder revisarse la audición de vez en cuando. Normalmente consisten en sencillos tests de audición que se realizan fácilmente.
La pérdida de audición con origen en una causa tan común en la sociedad como la otitis media se puede prevenir por medio de buenas prácticas de cuidado de los oídos y la audición. Es posible tratarla de forma correcta mediante una detección temprana, seguida del tratamiento médico o quirúrgico apropiado que recomienden los profesionales.
En cualquier caso, si se llevan a cabo las acciones de prevención que recomiendan los profesionales y se acude a un centro auditivo ante el menor indicio de pérdida en la audición las posibilidades de mantener una audición saludable son altas.