El presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas, ha asegurado hoy que lo «auténticamente progre y moderno» es el conocimiento, la ciencia, y eso, ha dicho, es vacunar.
García Rojas se ha manifestado de esta forma durante una jornada en el Senado, que ha sido inaugurada por el presidente de esta institución, Pio García-Escudero, sobre la situación actual y las perspectivas de futuro de las vacunas en España, en la que también se ha presentado un informe sobre esta materia.
El presidente de la AEV ha destacado la cobertura vacunal de la población infantil en España, que alcanza el 95 %, con lo que ha rechazado que la vacunación sea obligatoria porque, si «algo funciona bien, como este caso, para qué cambiarlo».
El 5 % restante no solo corresponde a los niños cuyos padres optan por no vacunarles por cuestiones ideológicas; también en ese porcentaje se encuentran aquellos que no lo pueden hacer por contraindicación médica; o porque sus progenitores tienen dudas, y ahí es donde la «pedagogía» del personal sanitario es fundamental.
Sobre los padres antivacunas, García Rojas ha apuntado que el debate con ellos «es complicado porque se enfrenta la creencia y la ciencia».
A estos progenitores ha querido lanzarles un mensaje y es que, en su opinión, «lo verdaderamente alternativo, lo moderno, lo verdaderamente progre es el conocimiento, la ciencia». «Por eso hay que decirlo, lo alternativo, lo moderno es el conocimiento de la ciencia, son las vacunas, eso es lo auténticamente progre», ha subrayado.
También ha abundado en la importancia de la concienciación sobre la vacunación en los adultos y ha hecho hincapié en los profesionales sanitarios que no tienen en su agenda la vacuna como una herramienta de prevención en esas edades, y que en ocasiones «incluso no hacen uso propio».
En este sentido, ha opinado que hay que hacer ver a estos profesionales sanitarios la importancia de que ellos se vacunen, lo que se conseguiría con una mayor formación. «Me produce un profundo rechazo intelectual compañeros que no están vacunados y, por ejemplo, atienden en la UCI».
Sobre este asunto ha citado una frase, que según ha afirmado dice mucho un magistrado del Tribunal Supremo, y es que mientras que a un tatuador se le exige estar vacunado de la hepatitis B a un cirujano que opera a corazón abierto, no.
Precisamente la importancia de la vacunación entre los profesionales sanitarios es una de las conclusiones del informe presentado en la jornada por el director de Sanidad de Consultoría de Deloitte, Gonzalo Casino, y que da continuidad a otro realizado en 2015 sobre esta materia.