Mariano Rajoy deberá prestar declaración ante el tribunal de la Gürtel en calidad de testigo. Los magistrados han llegado a esta conclusion pese a que dos veces antes ya habían denegado la comparecencia del actual Presidente del Gobierno. Se trata de un hecho histórico en España ya que nunca antes un presidente en activo había acudido a un juzgado a declarar y, según el auto, el motivo es su propio partido: el PP se negó a declarar pese a estar imputado y alguien tiene que «dar contexto» a todo lo que se ha insinuado en el juicio.
Este tribunal juzga la primera etapa de la Trama Gürtel, supuestamente encabezada por Francisco Correa y Luis Bárcenas, y sus operaciones en los ayuntamientos de Pozuelo y Majadahonda, entre otros. Pero, ¿por qué ahora y no antes? Después de meses de juicio, por el banquillo han pasado acusados, peritos y testigos y en ocasiones el nombre del presidente ha salido a relucir y también los eventos en Génova. Especialmente en la incendiaria declaración de Correa, que llegó a decir que el Partido Popular dejó de contratar con su empresa cuando Rajoy llegó a la presidencia del partido.
Son todas estas pruebas las que pesan para pedir la declaración de Rajoy. «El momento ha llegado», dice el auto de los jueces al que ha tenido acceso Teinteresa.es. Los magistrados consideran que en su momento la declaración del presidente del Gobierno no era pertinente «por razones derivadas de la mayor relevancia del cargo público que ocupaba el testigo y para evitar una innecesaria interferencia en la vida política del país».
Sin embargo, ahora y aunque Rajoy continúa en el cargo, los jueces consideran necesario que declare. Primero porque la representación del Partido Popular se ha negado a prestar ninguna declaración y la sede de Génova ha salido a relucir a lo largo de las declaraciones. Y segundo, porque ven imprescindible «contar con todo el material probatorio necesario». Eso, según los jueces, implica una «contextualización» que es lo que puede aportar Rajoy, aunque no conocimiento de los hechos concretos.
Aguirre reconoció una reunión con Lapuerta y Rajoy
Esperanza Aguirre ya compareció la semana pasada, también como testigo, y en su declaración volvió a salir el nombre de Rajoy. Según la lideresa, ella «destapó la trama Gürtel». En realidad a lo que se refería Aguirre y explicó en el jucio, es que ella paró un pelotazo inmobiliario en Pozuelo y Arganda del Rey que creó un malestar dentro del PP de esas localidades y derivó en las posteriores escuchas y denuncias que destaparían la trama de Correa.
En su declaración, Aguirre recordó que el extesorero del PP Álvaro Lapuerta la llamó al despacho de Mariano Rajoy en Génova. En esa reunión, en presencia de Rajoy y, según Bárcenas, también la suya, Lapuerta le advirtió a la presidenta del PP de Madrid que estos dos municipios querían sacar a concurso público unas parcelas a un precio muy superior al de mercado. Aguirre también aseguró que no conocía a Correa.
Previsiblemente estas serán las preguntas que se le hagan al presidente del Gobierno: si asistió a esa reunión, qué sabía de aquellas parcelas, si trató con Correa y por qué se dejó de contratar con sus empresas.
Una declaración por plasma, o no
Aunque el auto del tribunal no especifica de qué forma declarará, se da por hecho que será a través de videoconferencia desde su despacho. Según el auto, la declaración tendrá lugar de forma con «las previsiones necesarias para evitar perturbar el adecuado ejercicio de su cargo».
Principalmente el argumento del cargo es el que ha esgrimido el presidente del tribunal para emitir un voto particular y disentir con sus dos colegas. El magistrado Ángel Hurtado, ve innvecesario que Rajoy acuda a declarar asegurando que no hay nuevas pruebas que lo motiven y que además tiene posibles » mediáticos y metajurídicos». Especificamente la exposición pública del Presidente del Gobierno y el «uso en ámbitos ajenos al judicial», es decir, políticos, que pueda hacerse de esta declaración.
El magistrado también asegura que la testifical debería hacerse por plasma ya que se evitaría «la exposición pública que es verle llegar y estar en la Audiencia Nacional».