Sevilla mira el cielo con angustia en un Jueves Santo amenazado por la lluvia. Ota vez la Madrugá está a merced de las nubes. En 2011, las seis hermandades se quedaron en sus templos, después de que una gran cantidad de agua cayera sobre la capital hispalense. Era la primera vez desde 1933 que las calles de Sevilla se quedaban sin su Madrugá.
La Agencia Estatal de Meteorología pinta este jueves un mapa de precipitaciones en toda la península. También en Sevilla, donde la previsión anuncia precipitaciones débiles que podrían ir acompañadas de tormentas.
Según la Aemet, una borrasca recorre este jueves todo el país de norte a sur y dejará lluvias. El mal tiempo se prolongará hasta el sábado, cuando se espera que vuelva la estabilidad a buena parte del país.
En Sevilla, por tanto, hay preocupación y los cofrades y fieles temen que las hermandades no puedan hacer su estación de penitencia. En la Madrugá participan seis hermandades —El Silencio, la más antigua; el Gran Poder; el Calvario; la Esperanza de Triana; la otra Esperanza de Sevilla, los Gitanos y, por supuesto, la Macarena.
También están en vilo las cofradías de Málaga, que en este Jueves Santo tiene programadas ocho procesiones. Popular es la estación de penitencia del Cristo de Mena, acompañado por la Legión. Es un día grande en la capital malagueña, pero que puede verse empañado por la lluvia.
También, Valladolid está muy pendiente de las nubes. Las calles de la capital vallisoletana acogerán un total de diez procesione
s que comenzarán a las 11.30 horas con el desfile del Cristo de la Luz y culminarán a las 0.00 horas con la procesión del Santo Entierro.Por su parte, la Semana Santa Marinera de Valencia vivirá este Jueves Santo su primer acto colectivo como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Se trata de la Visita a los Santos Monumentos, un acto que data de 1929 y que se realiza con el único acompañamiento de tambores. Las hermandades recorren las cuatro feligresías –Santa María del Mar, Rosario, Cristo Redentor y Los Ángeles– a paso de marcha ordinaria y son los hermanos mayores quienes encabezan esta visita.
La crisis se nota en la decoración, pero no en la devoción
Los recortes también se notan en las cofradías de España pero no han mermado su fervor. A pesar de los ajustes, salen en procesión si la lluvia lo permite; eso sí, con algo menos de decoración.
Tan sólo algunas provincias como Guipúzcoa, Granada, Cáceres, Badajoz o Álava y comunidades como Asturias reconocen que los problemas económicos no les han afectado.
Unas, como las de Guipuzcoa, por no depender de subvenciones o fondos públicos, otras -como las de Granada- por contar con una «bolsa asistencial o de caridad» que le ha permitido eximir del pago de cuotas a los cofrades en paro.
En Sevilla, la crisis también se vive «con discreción» y solo se ha notado en el aplazamiento de algún tipo de restauración de bienes de los pasos, según un portavoz de la Agrupación de Hermandades.
Las cofradías de Málaga, que son autosuficientes y no dependen de subvenciones, tampoco notarán la diferencia este año, con unas procesiones en las que no habrá «ni menos flores, ni menos bandas de música», según ha dicho el presidente de las hermandades, Rafael Recio.
En Extremadura, ninguna de las ciudades más representativas ha reducido sus partidas por la crisis y, en algunos casos como en Cáceres, se ha aumentado la partida que el Ayuntamiento destina a las cofradías de 21.000 a 24.000 euros.
De hecho, en localidades como Badajoz, Plasencia (Cáceres) y Jerez de los Caballeros (Badajoz) algunas cofradías estrenan elementos ornamentales en pasos e imágenes.
El resto de las ciudades de España han reconocido dificultades de financiación y se han visto obligadas a imponer la austeridad en las decoraciones, recurrir a colectas y sorteos especiales para costear las procesiones e incluso pedir pasos prestados, como en el caso de la Cofradía de la Virgen de La Soledad, de Madrid.
La imaginación y el esfuerzo personal, las cuotas extraordinarias y suscripciones populares, la supresión de gastos y los fondos de reserva han amortiguado el impacto de los recortes de ayudas públicas en Castilla y León.
Una hermandad de Zamora, la Real Cofradía del Santo Entierro, se ha acogido a una suscripción popular para poder salir el Viernes Santo, mientras que en León a punto ha estado de suspenderse la marcha profana de Genarín ante la ausencia de ayudas del Ayuntamiento y del gremio hostelero.
Colectas populares, como en Hernansancho (Ávila), o subastas de productos gastronómicos, como en Béjar (Salamanca), han permitido mantener otras procesiones.
También en la Comunidad Valenciana, los desfiles serán más austeros en su ornamentación, flores y bandas de música y la hermandad del Santo Cáliz de la Cena del Cabanyal ha debido posponer el encargo de un nuevo paso de la Última Cena.
En Cataluña, las cofradías han sufrido un recorte del 15% de las subvenciones públicas, pese a lo que saldrán en procesión, aunque con menos publicidad y ornamentos.
La Cofradía 15+1 de L»Hospitalet de Llobregat, que organiza la procesión más seguida en Cataluña, sufrió el año pasado recortes del 45 % de la subvención del Ayuntamiento y un 70 % de la Junta de Andalucía, y a falta de cerrar las cuentas, los cofrades se temen más recortes para este año.
También han perdido las subvenciones públicas los desfiles de Las Palmas de Gran Canaria, que ahora se financian exclusivamente con los ingresos de sus cofrades.
Pero quizás la localidad que se ha visto más afectada por los duros recortes presupuestarios ha sido la de La Línea (Cádiz), donde la Policía Municipal se ha puesto de baja en protesta por los ocho meses que llevan sin cobrar. La protesta policial deja sin seguridad la multitudinaria celebración de las procesiones y sin organización el necesario corte de las calles del recorrido. El Consejo de Hermandades decidió suspender todas las procesiones y sustituirlas por actos de culto interno pero -ante la protesta de las cofradías y vecinos- optó por dar libertad a las cofradías para que decidan de manera individual si salir en procesión o no.