El presidente de Francia, Emmanuel Macron, señaló hoy que, con la muerte de Paul Bocuse, la gastronomía francesa pierde a una figura mítica, ejemplo, a su juicio, de generosidad, exigencia y respeto de las tradiciones.
«Encarnaba la cocina francesa», dijo en un comunicado el jefe del Estado, según el cual «los chefs lloran» este sábado, tanto en el Elíseo como en toda Francia, la desaparición del impulsor de la ‘nouvelle cuisine’ a los 91 años de edad.
Macron destacó de su legado que la ‘nouvelle cuisine’, corriente gastronómica «a menudo criticada o incomprendida, abrió para la cocina francesa un capítulo glorioso que le permite hoy ocupar el primer rango mundial».
«Hasta sus últimos días no cesó de transmitir, de formar a generaciones de chefs franceses y extranjeros», añadió Macron sobre el creador en 1987 del prestigioso concurso gastronómico Bocuse d’Or y del fundador del Instituto Bocuse.
Bocuse, el más célebre de los cocineros franceses y «cocinero del siglo», según la guía Gault et Millau, falleció en su localidad natal, Collonges-au-Mont-d’Or, cerca de Lyon.
Bocuse, nacido el 11 de febrero de 1926, cerca de Lyon, tenía entre sus récords el haber acompañado su nombre de tres estrellas Michelin desde hace más de 50 años.