Iñigo Acaiturri Irazábal fue condenado en 1992 a 60 años de cárcel por el asesinato de José Ignacio Aguirrezabalaga de la Granja, cuñado de Jean Pierre Chérid, considerado uno de los cabecillas de los GAL.
En 1986, Acaiturri junto con Jesús María Ciganda Sarratea, Fermín Javier Urdiaín Ciriza entraron en el Bar Nikol, en Zumaya, Guipúzcoa, cuando dispararon al camarero. José Ignacio murió en el acto y presentaba seis impactos de bala en la cervical, en un oído, el pecho y antebrazos. Los etarras huyeron en un coche, cuyo propietario fue introducido en el maletero del vehículo. ETA alegó para justificar el asesinato que era un chivato vinculado al GAL.
El comando Eibar, al que perteneció Acaiturri, inició su andadura en 1984 y continuó la segunda fase en 1985, formado entonces por Acaiturri, Ciganda y Urdíain, hasta que en 1987 desplegaron sus actuaciones en tres campañas hasta la fecha de su detención, en abril de 1989.
José Ignacio tenía 28 años entonces, estaba casado y tenía dos hijos que no supieron durante años por qué habían matado a su padre.
La madre de José Ignacio, Mayte de la Granja contó en ‘Contra el olvido’, durante esa época, que “la misma tarde del funeral miembros de Herri Batasuna profirieron gritos a favor de ETA y contra José Ignacio”.