El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, insistió hoy en Rabat en la necesidad de una «cooperación triangular» entre Francia, Marruecos y los países del Africa subsahariana para apoyar el desarrollo económico del continente y frenar de paso el flujo migratorio.
En una rueda de prensa junto al ministro marroquí de Exteriores, Saadedín al Otmani, Juppé, que llegó ayer a Rabat en visita oficial, afirmó que el objetivo de esta cooperación es «hacer frente a las cuestiones de emigración y acercar las políticas» entre las partes así como la cooperación económica, lingüística y económica.
A este respecto, Juppé insistió en que Francia es un país «abierto» que recibe cada año 180.000 emigrantes, pero matizó que con la complicada coyuntura económica, esa nación «tiene dificultades» para integrar el flujo de emigrantes que recibe cada año.
Francia es el primer cliente e inversor en Marruecos, de hecho la la visita del titular de Exteriores francés culminó con la firma de un acuerdo entre Marruecos y la Agencia de Cooperación Francesa para acordar un préstamo de 50 millones de euros destinados a desarrollar la agricultura.
Juppé hizo referencia también al conflicto en Siria, reiterando que su país se opone a una intervención militar directa («que no está en el orden del día») y apelando a la oposición siria a unir sus esfuerzos para formar un frente único.
Por su parte, su homólogo marroquí descartó que su país vaya a tomar ninguna iniciativa diplomática unilateral de aislamiento al régimen sirio e insistió en que toda decisión al respecto se hará de forma coordinada con la Liga Árabe.
Juppé, que ha mantenido una nutrida agenda de reuniones y entrevistas, ya fue recibido ayer por el rey Mohamed VI y el presidente del gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán.