El secreto mejor guardado de Patrimonio nacional se ha hecho esperar hasta el final ya que el cuadro «La Familia de Juan Carlos I» de Antonio López no ha sido mostrado a la prensa hasta después de la presentación de la exposición «El retrato en las colecciones reales. De Juan de Flandes a Antonio López».
Con unas dimensiones de 3×3,39 metros, la pintura más grande realizada por el artista castellanomanchego, de pie y a tamaño natural Don Juan Carlos aparece centrado con Doña Sofía a su izquierda y formando un poco de curva, un jovencísimo Príncipe Felipe, hoy convertido en el Rey Felipe VI.
En el otro extremo, junto a su padre, las Infantas Elena -a la que el Rey Juan Carlos abraza por el hombro- y Cristina, esta última sujetando una flor en su mano.
Ésta será la primera vez que »La familia de Juan Carlos I» es expuesta al público. La exhibición del trabajo de López, que estará acompañado por otras 113 obras de diversos artistas y épocas, supone «el cierre» de la obra del pintor manchego, tras poner firma y fecha, según ha explicado el presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri.
El pasado mes de septiembre se conocía que López había terminado el citado cuadro, que comenzó veinte años antes. En esta pintura aparecen Don Juan Carlos I, doña Sofía y sus tres hijos: el actual Rey Felipe VI, doña Elena y doña Cristina.
No obstante, según ha explicado Rodríguez-Spiteri, el autor ha seguido limando detalles hasta «días antes de la exposición. López únicamente dio por concluida la obra al ponerle la firma y la fecha, que recoge el año del comienzo y de su finalización: 1994/2014.
El primer anuncio de que la finalización de la obra estaba próximo fue en septiembre de 1996, cuando el artista afirmaba que la pintura estaría acabada a finales de ese mismo año y precisaba que sus pinceles trabajaban en los retratos del rey y de la reina, junto al entonces príncipe de Asturias y las infantas Elena y Cristina de pie.
Iban vestidos con ropa de calle, con la que ellos mismos habían elegido y la misma con la que habían acudido a su estudio a una sesión fotográfica.
Antonio López ha trabajado en la pintura a partir de las fotografías realizadas en dos sesiones, una en el Palacio de La Zarzuela, que por problemas de luz no acabaron de gustar al artista, y la otra en su estudio madrileño.
El atuendo elegido da a los protagonistas de la obra, según afirmaba entonces el artista nacido en Tomelloso (Ciudad Real), «una gran dignidad» y refleja a una familia española bien vestida. Sin ningún alarde, despojados de todo elemento de realeza «que no es necesario, ya que los personajes por si solos reflejan lo que son y su aspecto humano», opinaba el artista.
Desde el principio, la intención de Antonio López ha sido mostrar una imagen de la familia de Juan Carlos I tal y como la veía el pueblo español, resaltando el aspecto humano de cada uno de los personajes.
De pie y a tamaño natural, don Juan Carlos aparece centrado con doña Sofía a su izquierda y formando un poco de curva el hoy rey Felipe junto a ella y en los extremos, las infantas Elena y Cristina.
En 1997, López reiteraba que tenía como objetivo finalizar la pintura antes de que terminara ese año. «Trabajo en la obra con tranquilidad, pero no hay motivo para retrasarla», señalaba el artista, que en 2012 comunicó que, tras las modificaciones que estaba realizando en las figuras de las infantas, entregaría el cuadro coincidiendo con el día de San Juan, el 23 de junio.
Posteriormente, anunció que la entrega sería en enero de 2013, coincidiendo con el cumpleaños de don Juan Carlos, y meses más tarde aseguró que sería con motivo de esta onomástica, pero no en el año 2013. Fue el pasado mes de septiembre cuando desde Patrimonio Nacional se informó de que el cuadro estaba acabado.
Cuando el rey Juan Carlos comunicó su decisión de abdicar, Antonio López pasó el día pintando en el Palacio Real, como venía haciendo de forma habitual varios días a la semana desde que el cuadro fue trasladado a ese lugar. El pintor trabajó hasta los últimos momentos, «hasta el límite», en la obra sobre la que afirma está contento «a ratos».
A pesar de los años, López hubiera continuado con gusto trabajando en esta experiencia enorme que ha significado una rareza en su vida, «una buena rareza», ya que, si no hubiera sido por el encargo de Patrimonio Nacional, a él no se le hubiera pasado por la cabeza hacer un cuadro semejante.
Patrimonio Nacional habilitó hace un año y medio un estudio en la fachada norte del Palacio Real para que el pintor terminara su obra. Rodríguez-Spiteri, que ha resaltado su «buena relación personal» con el pintor, visitó en diversas ocasiones esta zona de trabajo y pudo observar los avances que hacía con el cuadro.
«He sido testigo de su labor y he pasado muchas horas en el estudio. Entre otras cosas, he visto tres cabezas distintas del Príncipe de Asturias, dos trajes diferentes de Doña Sofía y varios zapatos distintos», ha señalado, bromeando respecto a que no sabía cuál iba a ser el resultado final.
El presidente de Patrimonio Nacional ha definido a López como un artista «muy perfeccionista» y con una forma de trabajo «que medita profundamente y cambia». En cualquier caso, ha reconocido que ha sido «una espera relativamente larga» y que Patrimonio «ha sido generoso» con el autor. «Es imposible presionar a un artista y marcarle plazos», ha añadido.
OPINIÓN DEL REY
Rodríguez-Spiteri ha afirmado que el Rey ya ha visto el cuadro y cree que fue del agrado del monarca. «Se quedó muy impresionado de ver a uno mismo hace veinte años, aunque no sé si fueron las palabras exactas. Creo que le gustó mucho el cuadro», ha apuntado.
A modo de anécdota del tiempo de trabajo de Antonio López en el Palacio Real, Rodríguez-Spiteri ha destacado la inclusión de una «fuerza de luz» por la parte izquierda del cuadro, que incluso supuso una anotación en un margen (13.48 horas, septiembre) para saber el momento exacto de ese «efecto de reverberación».
Una vez concluida la exposición, »La familia de Juan Carlos I» pasará al Salón de Alabarderos del Palacio Real, que recibe aproximadamente más de un millón de visitas, a las que se suman los asistentes a actos oficiales. Patrimonio Nacional ha confirmado que el precio por este cuadro se ha mantenido, 50 millones de las antiguas pesetas.
GRANDES MAESTROS RETRATAN A REYES
Por su parte, la exposición de Palacio Real –que estará abierta hasta el 19 de abril de 2015– incluye 114 obras que recorren los retratos reales desde la época Trastámara a la casa de Austria, en su primer apartado, y desde los Borbones, en el siglo XVIII, hasta nuestros días.
Según han explicado los comisarios de la exposición, Carmen García-Frías y Javier Jordán, la selección se ha llevado a cabo «primando la excelencia de calidad y la originalidad». Por ejemplo, en la muestra no se incluye un retrato de Amadeo de Saboya por estos criterios, mientras que tampoco aparece ningún cuadro de José Bonaparte, en este caso porque no había en los fondos.
En cualquier caso, la muestra recorre diversos siglos empezando por »El retrato de la Reina Isabel la Católica» de Juan de Flandes hasta el ya citado »La Familia de Juan Carlos I», de Antonio López. Entre los maestros pintores, Antonio Moro, Juan Carreño de Miranda, Diego Velázquez (con su única miniatura conservada), Goya, José y Federico de Madrazo o Salvador Dalí (con otro retrato de Don Juan Carlos), entre otros.