Se acercan la Navidad y con ella millones de conductores se echan a las carreteras para cenar en familia y visitar a aquellos que hace meses que no se ve por el trabajo y la rutina diaria.
La conductores deberán llevar la máxima precaución porque aunque las previsiones meteorológicas son buenas por el momento, siempre se puede encontrar nieve o hielo al cruzar un puerto, niebla o bruma por las bajas temperaturas o lluvia por una tormenta.
Desde Practicopedia.com ofrecen algunos consejos útiles para conducir con el máximo cuidado y advierte a los que van a coger el coche de los peligros que encierran las malas condiciones adversas que esperan a la península en las próximas horas.
1. Cómo poner las cadenas del coche en caso de que haya nieve
No todos los vehículos utilizan las mismas cadenas así que, lo primero que debes de hacer es asegurarte de que las que lleves sirvan para tu coche. Recuerda que, aunque la Dirección General de Tráfico no obliga a llevarlas, es conveniente saber que si la calzada está cubierta de nieve o hielo, cualquier agente puede impedirte la circulación. Aunque depende del modelo, suelen costar unos 30 euros. Es importante también que, junto a las cadenas, lleves unos guantes, te será más fácil para montarlas.
– Debes tener en cuenta que las cadenas sólo se pueden poner cuando la nieve se acumula en la carretera, no antes. También en cuanto veas que la carretera está helada. Cuando llegue el momento, busca una zona de aparcamiento fuera de la vía principal y enciende las luces de emergencia. Recuerda ponerte el chaleco reflectante antes de salir del vehículo y hacer uso de los conos de señalización en cualquier incidente de tráfico.
– Una vez tengas bien aparcado el coche y sea seguro salir para poner las cadenas, colócalas en las ruedas motrices, las que tienen la tracción. En los turismos estas ruedas suelen ser las delanteras, sin embargo, compruébalo en el manual de instrucciones del vehículo. En los vehículos que tienen tracción total (4×4), debes ponerlas en el eje delantero. Las cadenas normalmente están fabricadas de acero y se componen de un aro principal con brazos adyacentes. Existen varios modelos y conviene revisar las instrucciones del fabricante para saber cómo ponerlas. Las más comunes son las de rombo, que incluyen una cadena diagonal para conseguir más agarre, sobre todo en hielo. Elije preferiblemente cadenas que proporcionen el máximo de elementos (eslabones) en la zona de contacto. Tanto en las cadenas de rombo o cadenas de escala, mira que tengan al menos doce aros en un neumático medio.
– Para colocarla extiende la cadena bien ordenada y pásala por la parte interior de la rueda.
– Levanta la cadena por los extremos hasta la parte superior del neumático y une los dos enganches de color, cerrando la cadena por la parte exterior.
– Empuja el aro flexible hacia la parte interior de la rueda para que quede sobre la banda de rodadura.
– Pasa la cadena de color a través del soporte tensor, estira de ella y engánchala en cualquier extremo. Una vez tengas puestas las cadenas, circularás mejor y más tranquilo. En todo caso, intenta marchar por las zonas con más nieve de la calzada, así las cadenas agarrarán mejor.
– No excedas tu velocidad cuando haya nieve, aunque lleves cadenas. Circula con mucha precaución y a una velocidad máxima de 50 km/h. Espera a retirar las cadenas cuando no ya no haya nieve en la calzada.Siempre que las dejes de usar, lávalas con agua caliente y sécalasbien evitando que se oxiden.
2. Cómo conducir con niebla en la carretera
La niebla es un fenómeno meteorológico consistente en nubes muy bajas, a nivel del suelo y formadas por partículas de agua muy pequeñas en suspensión, que reducen la visibilidad a menos de 1 kilómetro. Así, se considerará niebla cuando la visibilidad esté o vaya a estar entre 200 metros y 1 kilómetro, y niebla espesa cuando la visibilidad sea o vaya a ser menor de 200 metros.
– Antes de iniciar la conducción, comprueba que todo funciona correctamente. Si se forma vaho en el interior del vehículo, elimínalo dirigiendo la ventilación hacia el parabrisas.
– La luz antiniebla delantera emite una luz de color amarillo o blanco y se puede utilizar en caso de niebla intensa, nevada, tormenta, nubes de humo o polvo. Solamente se puede encender en caso de que estén funcionando las luces de posición, y podrá utilizarse aislada o simultáneamente con las luces de corto alcance o, incluso, con las de largo alcance.
– La luz antiniebla trasera emiten una luz de color rojo y sólo se autoriza a llevarla encendida cuando las condiciones meteorológicas sean especialmente desfavorables, como en el caso de niebla espesa, caída de lluvia intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo. Sólo podrán encenderse cuando lo estén también las de carretera, las de cruce o las antiniebla delanteras.
No olvides apagar la antiniebla trasera cuando las condiciones vuelvan a ser favorables, puesto que es una luz muy molesta para los demás conductores.
– Es fundamental adaptar la velocidad y la distancia de seguridad en función de la visibilidad. La Dirección General de Tráfico establece la denominada regla 3V: Visibilidad= Velocidad= Vehículo delantero. Es decir, con una visibilidad de 10 metros habría que circular a 10 kilómetros por hora y separarse 10 metros del vehículo que esté delante del nuestro.
– No uses las luces largas, ya que rebotan en las gotitas y son un peligroso »espejo». Tampoco frenes bruscamente y evita los adelantamientos.
Procura circular siempre por el carril derecho y, si la niebla es muy densa, toma como referencia las marcas viales de la derecha de la calzada. Si te surge cualquier incidencia y tienes que parar, activa los intermitentes de emergencia y deja las luces antiniebla encendidas.
3. Cómo conducir con nieve en la calzada
Antes de comenzar el viaje es muy importante informarse del estado de las carreteras y de las condiciones meteorológicas que se pueden encontrar en las horas siguientes. Si las previsiones son malas y es posible encontrarse con nieve, es preferible aplazar el viaje si es posible.
Si no queda más remedio que iniciar el viaje hay que tener algunas precauciones para evitar problemas en el camino y esquivar los accidentes.
En primer lugar hay que asegurarse de que se lleva en el vehículo el chaleco reflectante y triángulos. También es recomendable llevar unas cadenas adaptables a las ruedas por si fuera necesario pasar por algún tramo en el que sea obligatorio su uso.
Por si acaso, también se aconseja llevar ropa de abrigo y algo de comida y bebida por si se diera el caso de que el coche se queda ‘tirado’ en algún lugar rodeado de nieve.
Al llegar a un tramo con nieve hay que estar atento ante cualquier improvisto. Siempre es mejor circular por la parte de la carretera en la que haya nieve virgen, en el caso de que la carretera esté nevada, para que la rueda agarre y evitar pasar por las marcas que hayan hecho otros vehículos.
Es importante reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad con los coches que van delante. Al frenar, hay que hacerlo de forma suave y progresiva alternando el freno de motor y el pedal de freno. Antes de entrar en una curva hay que frenar con antelación poniendo especial cuidado en que la dirección esté recta. Una vez dentro, hay que mantener una velocidad lenta y regular evitando que el coche pierda el equilibrio.
Para subidas y cuestas en pendientes es mejor utilizar marchas más largas de lo normal mientras que en las bajadas, para evitar el deslizamiento y el bloqueo de las ruedas, hay que utilizar unacombinación de velocidades inferiores a la que se usarían con tiempo seco normal.
Si aun así se pierde el control, no hay que frenar sino levantar suavemente el pie del acelerador e intentar controlar el vehículo usando el volante. Si se derrapa, hay que girar el volante hacia el mismo sitio que han girado las ruedas y endereza.
En el caso de que el coche se quede varado en la nieve, balancea hacia adelante y hacia detrás repetidamente usando la marcha atrás y la segunda.
4. Cómo conducir cuando hay hielo en la carretera
Si hay hielo en la carretera, hay que tener en cuenta que las primeras horas son las peores para viajar porque es cuando más placas se pueden encontrar. Además de llevar a cabo las medidas y normas básicas de conducción (chaleco, triángulos o depósito lleno) hay que tener en cuenta otro tipo de precauciones.
Es importante dejar más distancia de seguridad de la habitual y evitar los giros bruscos del volante y pisar el freno por lo que conviene ir a una velocidad menor de la acostumbrada usando marchas largas. En caso de que el coche no tenga ABS se pisará suavemente el freno y si lo tiene, pisar a fondo. En ambos casos debemos anticipar la frenada dado que el hielo aumentará la distancia de frenado.
De todas formas, en caso de que queramos reducir la velocidad rápidamente, es recomendable haciéndolo reduciendo la marcha. Cuando estamos conduciendo, hay que tener en cuenta que el hielo puede hacer que el coche resbale y se pierda el control.
Si se derrapa, no hay que perder la calma, ya que para recuperar el control del coche tendremos que levantar el pie del acelerador, sin pisar el freno en ningún momento y girar el volante hacia el que se ha desplazada la parte trasera del coche. Después hay que enderezar de nuevo el volante y continuar conduciendo con más cuidado para evitar derrapar de nuevo.