1 de abril de 1940. Primer aniversario del final de la guerra civil. El general Francisco Franco preside en Madrid el desfile de la Victoria. Tras el almuerzo de gala en el Palacio de Oriente, el dictador recluta a un reducido grupo de invitados entre los que se encuentran los embajadores de la Alemania nazi y de la Italia fascista, los generales Moscardó y Millán Astray y el falangista Sánchez Mazas. En el grupo figura también el director general de Arquitectura, Pedro Muguruza. A todos se los lleva rumbo a El Escorial. En concreto, a un paraje de la Sierra de Guadarrama conocido como Cuelgamuros. Franco les anuncia allí su proyecto: “El templo grandioso de nuestros muertos, en que por los siglos se ruegue por los que cayeron en el camino de Dios y de la Patria”.
77 años y un mes y medio después de aquél día, casi 42 años después de que el dictador fuera enterrado allí, después de que el PSOE haya gobernado España más de 20 años sin plantearse nunca la exhumación de Franco, el Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves por mayoría una iniciativa de los socialistas para instar al Gobierno de Rajoy a que sea quien lo haga.
El #Pleno, a favor de aplicar de forma efectiva la Ley de #MemoriaHistórica 📝 NdP: https://t.co/ikxXa0q4Fc pic.twitter.com/1oBhkiOKhd
— Congreso (@Congreso_Es) 11 de mayo de 2017
El PSOE ha encontrado el respaldo de Podemos y Ciudadanos. Los »populares» ha optado por la abstención. La iniciativa ha salido adelante, pero se trata de un brindis al sol. Al tratarse de una proposición no de ley que simplemente insta al Ejecutivo, el Gobierno no está obligado a cumplirla.
La de Franco es una de las tantas proposiciones no de ley que la oposición multicolor del Congreso está consiguiendo sacar adelante desde que Rajoy tomara posesión como el presidente con menor respaldo parlamentario de la democracia. Son votaciones de valor político, pero sin trascendencia práctica.
Desde el PSOE, el diputado Gregorio Cámara ha considerado que pese a que el Gobierno no esté obligado jurídicamente a adoptar estas medidas, sí tiene un mandato político de seguir las orientaciones del Congreso, pues «orientar» al Ejecutivo es una de las funciones del Parlamento.
Para los socialistas la exhumación de los restos de Franco es imprescindible para «resignificar» el Valle de los Caídos, según ha dicho Cámara, quien destaca la importancia de que la proposición no de ley aprobada inste a «recuperar todas políticas públicas que se derivan» de la Ley de Memoria Histórica de 2007 y a impulsar otras.
Cámara se ha felicitado por su aprobación, que debe servir -ha indicado- para empezar a resolver lo que todavía es una «asignatura pendiente» en la democracia española y está convencido de que el Gobierno tiene que seguir el mandato del Congreso.
Además de la exhumación de los restos de Franco, la proposición no de ley de los socialistas reclama también al Ejecutivo trasladar a José Antonio Primo de Rivera a un lugar «no preeminente» del edificio.
También pide la elaboración de un censo completo de las infraestructuras realizadas con trabajos forzados para colocar placas en memoria de los represaliados, así como estudiar la creación de bancos de ADN para la identificación de desaparecidos.
Suprimir cualquier tipo de subvención a entidades que ensalcen o defiendan la dictadura o estudiar la nulidad de las condenas dictadas por los tribunales penales franquistas contra quienes defendieron la legalidad republicana son otras de las medidas.