No se puede asegurar que será el último, pero lo que está claro es que no es el primero. Este miércoles ha saltado un nuevo escándalo en el historial de la universidad pública Rey Juan Carlos. Según informaciones de El Diario, Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid de la que la URJC es dependiente, habría obtenido su título de máster con dos “notas fantasmas” que supondría casi la mitad del curso de postgrado, según los registros y la información a la que ha tenido acceso el diario digital. Desde la Universidad niegan todo, pero consiguen explicar datos obtenidos por eldiario.es.
No es la primera vez que se señala a la Universidad por conductas poco ética y/o ilegales. Desde acusaciones de enchufismo a gente a fin al Partido Popular – que gestionó su creación en el 96 -, hasta plagios de páginas y páginas de trabajos académicos firmados por el propio rector de la universidad, la Universidad Rey Juan Carlos viene siendo una habitual en la prensa por sus continuas denuncias de irregularidades.
Estos son los casos más sonados de la Universidad Rey Juan Carlos en sus 26 años de servicio.
El rector que plagió 111 folios
Una copia “literal, sustancial, total, consciente y mecánica” que incluyó incluso errores ortográficos. Esa fue la conclusión de la perito que por encargo de la Universidad de Barcelona analizó la supuesta obra del por entonces rector de la URJC Fernando Suárez Bilbao.
Según el informe pericial, el trabajo había sido copiado punto por punto de la obra de Miguel Ángel Aparicio, profesor en la Universidad de Barcelona. En total, 111 páginas firmadas por Suárez habían sido tomadas de las 180 del libro del doctor Aparicio.
El caso supuso un fuerte mazazo a la reputación de la entidad pública. Alumnos, profesores e investigadores se movilizaron exigiendo la dimisión inmediata del rector en una petición de Change.org que logró alcanzar las 75.000 firmas.
“Si Suárez Bilbao no dimite inmediatamente, ciento de jóvenes investigadores sabrán que no tiene sentido luchar por una carrera en su país. Si el plagio no tiene castigo, miles de estudiantes y profesores verán sus trabajos de investigación cuestionados. Si la más alta autoridad de una universidad española plagia, ¿cómo vamos a pedir a los alumnos que no copien y peguen?” denunciaba la petición.
Suárez nunca llegó a dimitir, pero la presión mediática acosó entonces a la institución pública y desde el rectorado se vieron obligados a adelantar las elecciones a rector, a las que el acusado de plagio no se presentó.
Las conexiones con el PP
Varios han sido los diarios que se han hecho eco de la red de conexiones entre altos cargos y profesores de la Universidad y los círculos del Partido Popular, el partido que abrió las puertas de la universidad en los noventa durante el gobierno de Gallardón.
Según publicó ElPlural.com de una lista elaborada por el Confidencial, como profesores de la Universidad Rey Juan Carlos han pasado Isabel Ruiz-Gallardón García de la Rasilla – prima de expresidente de la Comunidad Alberto Ruiz-Gallardón –, Margarita Cifuentes Cuencas – sobrina de Cristina Cifuentes, actual presidenta de la Comunidad – Isabel Mayor Bastida – sobrina del exministro Mayor Oreja – o María del Mar Alarcón – cuñada de Francisco Granados, exsecretario general del Partido Popular en Madrid hasta su destitución en 2011.
Además han asistido como ponentes de la Universidad de Verano algunos nombres de la talla de Alfonso Alonso (exministro de Sanidad y exportavoz del PP en el Congreso de los Diputados), Jesús Posada (expresidente del Congreso de los Diputados), Ignacio González (expresidente de la Comunidad de Madrid), Salvador Victoria (exconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid), o José Luis Ayllón (exsecretario de Estado de Relaciones con las Cortes).
Además, el rector anterior a Suárez Bilbao, Pedro González-Trevijano, abandonó el cargo que ocupaba desde 2002 al ser propuesto para el Tribunal Constitucional en 2013 bajo el amparo de Mariano Rajoy. Trevijano fue rector durante el año en el que Cristina Cifuentes cursó el master ahora bajo sospecha de falsificación de notas.
También dan clases actualmente el director del diario La Razón y ex-asesor de Rajoy Francisco Marhuenda y Edurne Uriarte, exesposa el que fue ministro de Cultura de Rajoy, Jose Ignacio Wert.
“Tú me quitas el contencioso y a cambio ¿qué quieres? Dinero, profesores…”
El caso más fangoso en el que se ha visto envuelto la URJC incluyen grabaciones, amenazas y presiones, e involucra a los tres últimos rectores de la institución. También el diario.es sacaba en exclusiva unas impactantes grabaciones que implicaban a Trevijano, actual miembro del Tribunal Constitucional y durante once años rector de la URJC, y Javier Ramos, hoy rector de la URJC, en relación con un caso en el que ya había sido envuelto Suárez Bilbao, rector entre Trevijano y Ramos.
Según informó el diario digital en enero del 2017, el actual rector de la URJC Javier Ramos era pillado en una grabación de 2010 hablando de cómo el exrector y ahora magistrado Pedro González-Trevijano le encargó sobornar con dinero y cargos al profesor David Ríos, el otro candidato al rectorado, para que retirara una demanda.
«Tú me quitas el contencioso porque me he presentado a la tercera reelección como rector y yo a cambio, ¿qué quieres?, dinero, profesores, departamentos, espacios…» se escucha a Ramos decir en la grabación.
David Ríos había demandado a Trevijano por presentarse a un tercer mandato cuando los estatutos de la universidad lo prohibían. Cuando Ramos le propuso retirar la demanda a cambio de favores, Ríos rechazó de lleno la propuesta de Ramos, tal y como relata el propio mediador en la grabación que captó un profesor de Universidad.
«De aquella David se descojonó de mí, tampoco me ofendió mucho, me llamó un par de cosas que no me parecieron muy cordiales (…) pero retransmití a los que me habían hecho el encargo la postura» asegura en la grabación, de acceso público.
En el audio Javier Ramos anuncia una serie de medidas de acoso al departamento donde trabaja el candidato David Ríos y amenaza con quitar profesores y desmantelar el departamento de no ceder ante las presiones. Algo que se volvió realidad en los dos años posteriores. Actualmente el departamento donde trabajaba el candidato alternativo a Trevijano ya no existe.
Por su parte, Trevijano aseguró a eldiario.es que las grabaciones de Ramos son falsas y que no tiene nada que ver con una guerra que “le era ajena”.
Ramos, a través de un portavoz, no negó la autoría de las grabaciones, pero negó que existiesen sobornos.
David Ríos no consiguió ser elegido como rector y en 2013 a la salida de Trevijano fue nombrado rector Suárez Bilbao, el que también recibió una querella por amenazas grabadas contra el departamento de estadística si continuaban con el apoyo a David Ríos. No obstante, finalmente dicha querella fue archivada y las grabaciones de Ramos no fueron admitidas en dicho proceso por haberse presentado demasiado tarde.
Tras Bilbao entró en la cúspide del rectorado Javier Ramos, el que según las grabaciones de eldiario.es ofreció los sobornos al profesor David Ríos para retirar la demanda. Actualmente permanece en el cargo.
Acusaciones de pagos en negro
Este mismo periódico sacó en exclusiva las acusaciones en redes sociales sobre pagos en negro de alumnos de diversos grados el pasado 8 de febrero. Los alumnos habían expuesto en redes sociales el caso de un docente o una docente que había asegurado en clase supuestas irregularidades en su contratación y en el pago.
Los alumnos habrían denunciado el caso utilizando el hashtag #corrupciónURJC.
Ante los tuits, el perfil oficial de la URJC no dudó en avisar, uno por uno, a cualquier alumno o usuario que especulase sobre corruptelas o acusase a la universidad de cualquier tipo de irregularidad, alertando de las posibles consecuencias legales de seguir con las acusaciones o no borrar las publicaciones. Algo que algunos alumnos calificaron de censura y de ataque a la libertad de expresión en la misma red social.
En total fueron enviados 28 avisos desde el perfil @URJC, ocho de ellos a alumnos.
Además, el vicedecanato se puso contacto por teléfono con los que iniciaron el movimiento tan pronto como advirtieron que el tema saltaba a redes. Telefónicamente reiteraron que estaban sopesando acudir a la vía legal a raíz de los tuits y que debían retirar las acusaciones de inmediato. La llamada consiguió el efecto deseado y todos retiraron los tuits, consiguiendo que el tema no transcendiese en redes más allá.
La Universidad negó a este diario que dichos avisos fuesen considerados «censura» a los alumnos y negó rotundamente que lo que denunciaban los alumnos fuese verdad.