Las capturas reales de pesca en Baleares son 2,3 veces superiores a las oficiales entre 1950 y 2010, según un estudio realizado durante dos años por la ONG Oceana en el marco del proyecto ‘Sea Around Us’ (‘El mar que nos rodea’), liderado por Daniel Pauly, de la Universidad de British Columbia, para investigar el impacto pesquero sobre el medio marino en todo el mundo.
Para realizar este cálculo, Oceana ha añadido a los registros de desembarques oficiales (248.000 toneladas) las capturas que no constan en ellos, de manera que el total asciende a 570.500 toneladas, incluidas un 24% de las ventas en el mercado negro y un 18% de las descartadas por la borda, según informó hoy la ONG.
Xavier Pastor, vicepresidente senior de Oceana, señaló que “a pesar de que el porcentaje de las capturas no registradas en Baleares ha disminuido de un 61% en 1950 a un 53% en 2010, aún hay más capturas que no se registran”.
“Para poder gestionar de manera adecuada la actividad pesquera es necesario saber la cantidad real de lo que se está capturando. En caso contrario, no se puede saber cuántos recursos hay ni cómo extraer el máximo de estos sin comprometer su supervivencia”, añadió.
Oceana afirmó que la pesca recreativa es la que más ha aumentado con el tiempo, con un 24% de las capturas en 2010, por un 11% de la pesca profesional artesanal.
MENOS PESCADORES Y PECES
Por otra parte, señaló que el esfuerzo pesquero ha pasado en el último siglo de llevarse a cabo principalmente por pescadores a ser sustituido por “más potencia de motores en las embarcaciones de pesca de arrastre, redes más largas y tecnología más industrial”.
De hecho, el número de pescadores ha disminuido de 5.000 a casi 700 en los últimos 60 años, aunque se captura prácticamente lo mismo que en 1950, mientras que ha disminuido la calidad y diversidad de las capturas, lo que indica, según Oceana, que “el rendimiento pesquero se ha visto reducido”.
“Especies que antes eran abundantes, como la musola, el galludo, la cigarra de mar, el mero y el pez limón, han disminuido. Incluso hay especies como el centollo, el angelote y el alitán que han desaparecido de las aguas de Baleares y esto viene asociado a la sobreexplotación pesquera”, añadió.
No obstante, Marta Carreras, científica marina de Oceana, subrayó que la nueva Política Pesquera Común ayudará a mejorar los registros pesqueros con la obligación de desembarcar y registrar capturas que antes se descartaban.