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El auge de las nuevas tecnologías ofrece un amplio catálogo de productos y servicios. Hoy, con un smartphone, tablet u ordenador y una conexión a Internet, podemos comprar casi cualquier cosa y recibirlo cómodamente en casa, sin salir y con unas condiciones que a menudo no se logran en tiendas tradicionales. También otros campos profesionales empiezan a ver cómo aparecen páginas de servicios online, que se venden como una alternativa muy económica y que elimina lo que para algunos es una incomodidad. Servicios como los que prestan abogados de accidentes especializados en la reclamación de indemnizaciones por daños. Se pueden encontrar decenas de páginas de abogados en línea que reclaman a distancia, sin que el cliente tenga que salir de casa y sin siquiera pasar por la oficina del jurista. Por ello, tampoco se requiere que este resida en la misma provincia que el accidentado, o al menos se ofrece esta opción como una de sus ventajas.
¿Es esta una auténtica ventaja? A la hora de reclamar daños por un accidente de tráfico o similar, ¿es mejor contratar un abogado presencial o la opción online es más interesante? Hablemos de forma más extensa de qué ventajas hay realmente en los abogados por Internet y de los inconvenientes que podemos encontrarnos al recurrir a estos.
El atractivo de contratar abogados online
Es muy tentador utilizar servicios de Internet para contratar abogados. ¿Por qué? Principalmente porque no hay que llamar para pedir cita, nos ahorramos los desplazamientos y, según los propios abogados que se ofrecen por este medio, la tramitación de las indemnizaciones. En pocas palabras, un abogado online parece encargarse de todo sin que tengamos que movernos.
«Una idea genial. Entrar en la web del despacho, notificar las lesiones y esperar a que ingresen el dinero en mi cuenta». Es muy posible que se piense así, y es que una de las cosas a la que nos tiene acostumbrados el uso de Internet es a eliminar las esperas, y no tener que invertir tiempo en consultas, trámites ni incomodidades por el estilo.
El gran peligro de hacerlo de este modo
Pero no todo es tan práctico como parece a simple vista. Existe un peligro que no nos dicen estas páginas de abogados. Y es que las indemnizaciones se acuerdan y no hay posibilidad de mostrar disconformidad. Es decir, que la indemnización que tramita el despacho tiene que aceptarse sin posibilidad de reclamación.
¿Por qué? Sencillamente, porque cuando se muestra disconformidad con la indemnización que ofrece la aseguradora, hay que someterse a un peritaje. Como suele suceder cuando se tramitan estas cantidades a través de Internet, este no se hace y por tanto no hay dónde recurrir. Si se muestra desacuerdo será necesario acudir a un perito médico que valore la magnitud de las lesiones, así como las secuelas que pueden derivar del accidente. Además, el abogado tendrá que ir al juzgado a presentar una reclamación en defensa de nuestro derechos, lo cual es difícil cuando se contratan los servicios de un abogado que tiene su bufete en Internet.
Cómo se hace un peritaje médico para reclamar daños por accidente
Como es evidente, si queremos que un perito evalúe las lesiones que se nos han causado, este tendrá que vernos en persona, de modo que el modelo online ya no nos sirve. Además, algunas veces las compañías de seguros envían a sus propios peritos, que se encargan de velar por los intereses de sus clientes. En este caso no somos nosotros, sino la aseguradora, lo cual puede ir en contra de nuestra solicitud. Si no hay un abogado que esté en persona, acabaremos por vernos gravemente perjudicados.
También es importante contar con un centro de rehabilitación adecuado, que haga todo lo posible por ofrecer el tratamiento que nos ayude a recuperarnos. Una vez recibida el alta, será el momento de presentar un informe con la magnitud de las lesiones, la duración de los tratamientos y los daños que son permanentes. De nuevo, si un abogado no presenta todo esto en un juzgado, la causa contra la aseguradora no llegará a buen puerto.
La conclusión: La opción adecuada para accidentes de tráfico es la de contratar abogados presenciales
Si por ahorrarnos algo de tiempo recurrimos a los servicios de un abogado online, seguramente perderemos dinero. Es verdad que solicitar que un abogado presencial lleve nuestro caso requiere que nos movamos. Habrá que ir al despacho, puede que más de una vez, acudir al juzgado, presentarnos en un centro para que revisen, evalúen y actúen de forma personal en nosotros y puede que llevar documentos de un lado a otro, aunque solo sea del centro médico al bufete.
Todo esto, lejos de ser un engorro, es el único modo con el que conseguiremos una indemnización justa. Nuestro abogado, que se encargará de dar la cara por nosotros para conseguir que nuestros derechos sean los que salgan mejor parados, solo lo puede hacer si es presencial. Ningún juez aceptaría a trámite una solicitud a distancia, presentada por un abogado que además no está en la zona en la que vivimos.
Si de verdad quieres ahorrar, no te concentres en el tiempo. Hazlo recurriendo a los servicios de un despacho en el que puedas ver la cara de tu abogado, que te dedique tiempo y vea cómo evoluciona tu caso de verdad. Si la aseguradora intenta rebajar la cantidad de tu indemnización y cree que puedes conseguir más, te lo dirá. Un abogado online busca la solución más rápida, y se quedará casi siempre con la cantidad que oferte la compañía sin darle demasiadas vueltas.
¿Quieres una solución por la vía rápida, o la que mejores resultados tenga para ti? Seguramente la segunda. Por tanto, si tienes un accidente de tráfico y se producen lesiones, lo ideal es que te atienda alguien en persona. No una oficina virtual.