Hace 10 años llegó el carné por puntos. Una nueva fórmula, importado de Francia, que generó polémica y confusión entre los conductores. El objetivo principal fue y es reducir el número de fallecidos en las carreteras. El resultado es positivo. En 2006 murieron en accidentes de tráfico 4.104 personas, el año pasado el número de fallecidos se redujo en 1.688. Lo que supone un 62% menos de siniestralidad en una década.
Miedo a perder puntos
El miedo a perder puntos hace que el conductor fije su atención en la actividad que realiza: la conducción. Donde la persona que se pone al volante se juega su vida y la de quien se le cruza por el camino en cada momento. Hay que echar la vista al retrovisor, abrocharse el cinturón, poner el limitador de velocidad, sujetar con firmeza al volante, prestar atención a las señales de tráfico y si bebes, no conduzcas.
Según la DGT, 7,5 millones de conductores no han respondido a las llamadas de precaución y han perdido algún punto en esta década (214.150 lo han perdido todos). Las infracciones más repetidas suelen estar relacionadas con el exceso de velocidad, un 46%, un 11% de la retirada de puntos es por no llevar el cinturón de seguridad, casi el mismo porcentaje de la utilización de dispositivos móviles mientras conducen y, según la DGT, un 2% detenidos por haber consumido alcohol o drogas. En este limbo se encuentran los conductores noveles, los que tienen permiso de conducir desde hace tres años y tienen 8 puntos en su carné.
Un poco de historia…
La puesta en marcha del carné por puntos se creó bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y siendo el Director General de Tráfico Pere Navarro. Todos los grupos políticos del Congreso votaron a favor. Según el asesor de PONS Seguridad Vial, Ramón Ledesma, «esto debería ser una reflexión para la política actual: cuando todos están de acuerdo las medidas salen bien», ha declarado quien formó parte del equipo que puso en marcha este proyecto.
«Antes el sistema se basaba en multas y retirada de carné. El permiso bajo el carné por puntos suavizó las sanciones, ensañaba al conductor lo qué tenía que hacer, con qué comportamientos se perdían más o menos puntos y tener que evitar perderlos todos», ha apuntando Ledesma.