Borja Pérez, abogado laboralista, asegura que «es duro y positivo» el tratamiento de los directivos que deben ser «buenos padres de familia», y mantiene que esta reforma es un punto de partida, pero serán necesarias leyes complementarias para «no caer en papel mojado».
Santos Ruesga, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid cree que habrá que desarrollarlo con mayor extensión. Es un viejo decreto. Han bajado un poco los días, pero habrá que ver en qué condiciones