Teniendo en cuenta cinco criterios como son las exigencias físicas, el ambiente en el entorno laboral, los ingresos, el estrés y las probabilidades de contratación, el mejor trabajo en 2013 es el de actuario, una profesión en la que se puede alcanzar una buena calidad de vida sin sufrir grandes niveles de estrés, según la lista realizada por la consultora de trabajo estadounidense CareerCast.com en la que se ha establecido cuáles son los mejores y los peores empleos para 2013.
Los actuarios son personas con estudios de Derecho y unos ingresos elevados que intervienen con fe pública en la tramitación de autos procesales según los define la RAE (diccionario de la Real Academia Española). No obstante en España puede cursarse la licenciatura en Ciencias Actuariales y Financieras u optar por otras posibilidades como hacer una diplomatura en Dirección y Administración de Empresas y especializarse en actuariales.
El horario de trabajo es 40 horas semanales, aunque suele alragarse, y el salario es elevado. Un recién graduado puede llegar a ganar más de 25.000 euros. «Es como el economista en la banca pero en las compañías de seguros» apunta la actuaria Sara Pérez que no obstante señala que «uno nunca piensa que su trabajo es el mejor».
A los actuarios tienen que fascinarles las matemáticas y las estadísticas ya que calculan y valoran el nivel de provisiones técnicas, las reservas que tienen las empresas aq la hora de pagar un siniestro, una labor esencial para las compañías aseguradoras.
El segundo lugar del ranking, compuesto por un total de doscientas profesiones, lo ocupan los ingenieros biomédicos, seguidos de los ingenieros de software, los audiólogos, los planificadores financieros, y los higienistas dentales.
La séptima posición la ocupan los terapeutas ocupacionales, profesionales sociosanitarios que dirigen su actuación a personas que presentan una discapacidad, a mayores, recién nacidos, niños en edad escolar y cualquiera que haya estado, de modo permanente o temporal, impedido en sus funciones físicas o mentales o que esté en riesgo de estarlo.
Les siguen los optometristas, encargados de estudiar la función del ojo, los fisioterapeutas, y los analistas de sistemas computacionales. Además, entre los veinte primeros puestos del ranking también hay profesiones relacionadas con la ciencia como patólogo, fisiólogo, veterinario, dietista, farmacéutico, matemático y estadista.