Febrero ha vuelto a sorprender, con buenos datos sobre la evolución del paro registrado y, especialmente, por la creación de empleo, con casi 100.000 afiliados más a la Seguridad Social.
El mes pasado el paro cayó en algo más de 13.000 desempleados. Y, lo que es más reseñable, la afiliación a la Seguridad Social, que es un sinónimo bastante objetivo de la creación o destrucción de empleo, ha aumentado en prácticamente 97.000 cotizantes.
Y eso es especialmente relevante teniendo en cuenta que desde el año 2007 febrero había sido siempre un mal mes para el mercado de trabajo, a excepción de 2014, cuando ya se tornó en positivo y ahora lo hace por segundo año consecutivo. En 2015, el segundo mes del año ha sido el mejor desde 2001 para el paro registrado y el más positivo desde 2007 en cuanto a la generación de nuevos puestos de trabajo.
Cambios de fondo que se consolidan
El desempleo sigue siendo el problema número uno de este país, pero parece que ya se están produciendo cambios de fondo en el comportamiento de nuestro mercado de trabajo. Apenas se encuentran ya datos negativos y parece confirmarse de forma definitiva la mejoría. Se crea empleo en casi todas las comunidades autónomas y sectores. Los crecimientos interanuales están siendo los mejores desde que comenzase la crisis. Sin tener en cuenta el efecto calendario, de forma desestacionalizada, también baja el paro y crece el empleo… Y lo hace a mayores ritmos: -6,24% en la reducción del desempleo y +2,84% en cuanto a la creación de empleo.
En 2014 el paro se redujo en 253.627 desempleados teniendo en cuenta los datos del paro registrado en las oficinas públicas de empleo, la mayor caída anual desde 1998. Ese descenso ha fue mayor en enero, con una caída interanual de -288.744. Y ha vuelto a crecer en febrero, hasta los 300.333 parados registrados menos que hace un año.
Y el incremento interanual del número de afiliados a la Seguridad Social es aún más importante. En enero crecía en 401.703 cotizantes respecto a 2014, tras cerrar el pasado año con 417.574 cotizantes más en el sistema en términos anuales. En febrero, ese incremento interanual es de 459.918 afiliados más que en 2014.
La tendencia en la evolución del mercado laboral se observa mejor con los datos desestacionalizados y con el saldo interanual, es decir, el comportamiento en los últimos 12 meses, para evitar los efectos del calendario.
Y en ambos sentidos, los resultados de febrero han sido muy positivos. En términos desestacionalizados, el desempleo ha descendido también el mes pasado y acumula más de medio año de caídas.
Por su parte, el número de afiliados a la Seguridad Social ha aumentado de nuevo de forma desestacionalizada y lo hace desde hace ya año y medio.
Qué sucederá en los próximos meses
Lo normal era que en los dos primeros meses de 2015 repuntase el desempleo. Y así ha sido, aunque en menor medida que en 2014 y con la positiva noticia de un importante crecimiento de afiliados a la Seguridad Social en febrero. Son los peores meses del año para el empleo en nuestro país, con un marcado sesgo estacional. Febrero ha sido una muy buena antesala de la primavera, en marzo y abril, cuando tradicionalmente regresa al calendario laboral la creación de empleo, con la campaña de Semana Santa y la preparación de la siguiente temporada alta turística veraniega.
Es entre los meses de febrero a julio, la época del año en la que se genera prácticamente todo el empleo que nuestro mercado de trabajo consigue crear en un año. En 2014 en ese periodo se sumaron 535.000 afiliados a la Seguridad Social y el paro registrado se redujo en 392.626 desempleados.
Y todo parece indicar, cada mes que pasa con mayor nitidez, que este año debería ser incluso mejor. Con la prudencia a la que siempre obligan los riesgos que llegan del exterior y la profundidad que ha tenido la doble recesión económica que hemos sufrido, el crecimiento económico es claramente mayor que el pasado año, y las previsiones de prácticamente todos los organismos y expertos se han elevado tanto en términos de actividad económica como en materia de empleo.
El PIB creció en España un 0,7% en el cuarto trimestre de 2014, por encima del 0,5% del tercer trimestre del pasado año. En términos interanuales el crecimiento se ha acelerado hasta el 2%, mayor que el 1,6% del tercer trimestre. Así, nuestro PIB se elevó un 1,4% en 2014 tras la caída del -1,2% de 2013. Sin ir más lejos hace sólo unos días el BBVA señalaba que la economía española podría crecer este 2015 incluso por encima del 2,7%. En la misma línea, el propio ministro De Guindos aventura ya un crecimiento de entre el 2,5% y 3% en 2015.
El principal problema puede ser que esa recuperación llegue a todos, incluso a los colectivos que más difícil lo tienen. Sigue habiendo grandes dificultades para la incorporación de algunos grupos de trabajadores al mercado laboral, como los jóvenes, los parados de larga duración, los mayores de 55 años y los menos formados. Y para incorporarles es necesario hacer microeconomía, planes muy a medida, teniendo en cuenta las economías locales, para reciclarles o formarles y conseguir incorporarles al tren de la recuperación. Casi adaptándose a cada perfil, a cada desempleado, nombre a nombre y caso a caso, como explica Raúl Grijalba, presidente del grupo de recursos humanos y empleo ManpowerGroup.
Ese es el reto primordial para sanear el mercado de trabajo y el bienestar social,
dejando al margen el debate sobre la llamada mala calidad o precarización del empleo. En un año con cuatro procesos electorales las opiniones tremendistas sobre los sueldos y las condiciones laborales, con calificativos como miseria o esclavitud no van a faltar. Pero lo mejor es que lo que no falte fase sea el empleo, aunque en una primera fase sea más temporal o con menores salarios. Es en cierto modo normal después de una crisis tan profunda, que ha dejado muchas heridas sociales. Para cicatrizarlas, el Estado de Bienestar debe cumplir su papel de protección en los casos en los que es necesario. Pero el empleo más precario es el desempleo y el peor salario, la prestación del paro.