Increíble, pero cierto. Alemania, el país de los minijobs, ha logrado reducir el desempleo entre sus jóvenes en plena crisis económica. Mientras España, por ejemplo, asistía a una auténtica sangría de destrucción de puestos de trabajo que se ha cebado especialmente con los menos formados, con los mayores de 45 años y con los menores de 25.
Pero no sólo ha crecido el paro juvenil en nuestro país en los últimos seis años, aunque sí ha sido el que lo ha sufrido con mayor intensidad. Según un estudio dirigido por Sandalio Gómez, profesor de relaciones laborales de la escuela de negocios IESE Business School, la media de desempleo entre los menores de 25 años en la Unión Europea era en el año 2007 del 15,7% y en 2008 del 15,8%. Ahora, después de la recesión, se ha situado en el 23,4%. En España el crecimiento ha sido tristemente espectacular: de un 18,1% en 2007 a un 55,5% en 2014.
Pero países con elevados índices de ocupación y considerados modélicos por los expertos en materia laboral también han sufrido durante estos años. Por ejemplo, en Holanda la tasa de paro juvenil era del 7% en 2007 y en 2014 se ha colocado en el 11%. Es decir, ha tenido un crecimiento de más del 50% (57%).
Mientras que sus vecinos europeos asistían a este deterioro de las oportunidades laborales para sus jóvenes, en Alemania el índice de desempleo juvenil ha pasado del 11,9% en 2007 al 7,9% en 2014. Esto es, una reducción del 33% en estos siete años.
Recomendaciones para España
¿Qué podría imitar España, con un desempleo juvenil disparado, de la locomotora germana para generar oportunidades para sus profesionales de menor edad? A juicio del profesor del IESE, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra, Sandalio Gómez, experto en relaciones laborales, dos son los secretos que han propiciado fundamentalmente el éxito del mercado de trabajo germano durante la crisis.
De un lado, la cultura del pacto entre Gobierno, sindicatos y empresarios con el objetivo fundamental de preservar el empleo a toda costa, aunque ello signifique tener que aceptar bajadas de sueldos en las organizaciones.
En la locomotora europea, tras la reunificación entre la Alemania Occidental y la Oriental la tasa de paro en ésta última se disparó, por lo que todos los agentes sociales alcanzaron acuerdos durante el Gobierno del socialdemócrata Schröeder para introducir una mayor flexibilidad en las relaciones laborales y favorecer la reducción de ese nivel de paro, generando empleo y procurando la inserción de los jóvenes en el mercado de trabajo.
Así, cuando llegó la crisis, ya tenían hechos deberes.
Por otro lado, el profesor Sandalio Gómez señala el sistema alemán de Formación Profesional Dual como la otra clave del éxito en la lucha contra el desempleo juvenil. Un modelo en el que el estudiante se forma fundamentalmente trabajando en una empresa y que España debería fomentar, con un porcentaje actual de universitarios mayor que en Alemania en comparación a quienes eligen la FP.