La intensa ola de frío que azotó en enero de 2009 prácticamente a todo el país se tradujo en la capital en una fuerte nevada que desde las 8:30 horas estuvo cubriendo de blanco la ciudad. Un paisaje evocador para muchos, pero sinónimo de problemas para tantos otros.
Se cortaron tres carreteras y se produjeron graves problemas de circulación en numerosas vías de Madrid, sobre todo del sur y el este de la región, entre ellas las autovías A-1 y A-2 y las circunvalaciones M-40 y M-45. Según informó la Dirección General de Tráfico (DGT), la nieve obligó a cortar la M-118 en Alcalá de Henares y la M-226 en Los Santos de la Humosa, y los problemas para acceder desde las circunvalaciones a algunas carreteras por las que fue difícil circular como la M-45.
Las retenciones, en un día en el que el tráfico no era intenso, se fueron incrementando de forma paulatina y a las nueve y media de la mañana había 260 kilómetros de una docena de carreteras de Madrid con serios problemas de circulación achacables directa o indirectamente a la nieve. Otros 190 kilómetros de diferentes carreteras sufrían también problemas circulatorios por la nevada.
Se llegaron a colapsar 390 kilómetros de carreteras en la región. El gobierno regional organizó un dispositivo de crisis para coordinar las acciones de las distintas administraciones. En Getafe (Madrid), la carretera que une el casco urbano con el barrio de Perales del Río estuvo cortada una media hora tras quedar atravesados dos autobuses en la calzada por el hielo.
¿Cómo pudo pasar?
– La Comunidad de Madrid negó cualquier responsabilidad y acusó a Fomento de imprevisión y falta de medios. Señaló que había recibido el aviso de Meteorología media hora después de que comenzaran a caer los copos a las siete de la mañana.
– La directora general de Protección Civil, Pilar Gallego, acusó al Gobierno regional de no activar la alerta hasta las siete y media de la mañana, «cuando ya era demasiado tarde».
– Fomento explicó que a las seis de la mañana recibió una previsión de nevada débil en Barajas. La ministra acusó a la Agencia de Meteorología de no prever la gravedad de la nevada y señaló que las culpas debían repartirse entre todos. El ministro del Interior coincidió en señalar el fallo de las previsiones.
– El portavoz de Meteorología, Ángel Rivera, sostuvo que se alertó de esta ola de frío hace tiempo, aunque admitió que para la previsión exacta de nevada hay un margen de error «de hasta 100 kilómetros».