El verano no quiere entrar. Una semana más las tormentas serán la tónica. Julio da la bienvenida con lluvias, truenos y relámpagos, aunque las altas temperaturas no nos abandonan.
El martes será el día de transición en la mayor parte de la península, pero en Galicia ya comenzarán a entrar las precipitaciones. La culpable es una masa de aire frío que se ha aislado de una perturbación que hay en el Atlántico.
El director de Sirimiri Consulting, Eduardo Román, asegura que a medida que avance irá dejando inestabilidad en toda la península excepto en el sur, que en esta ocasión se libra de ‘mal tiempo’.
El miércoles las lluvias se concentrarán en el norte de España y se extenderán al este, donde tanta falta hace el agua desde hace meses. Ese mismo día las tormentas pueden descargar también en el centro del país, señala el meteorólogo.
Román destaca que el jueves es el día que más posibilidades tiene el centro de sufrir chubascos, y seguirá la misma tendencia en el norte y este de la península.
Las temperaturas bajarán a valores más suaves los próximos días, aunque no dejará de hacer calorcito. A partir del viernes la atmósfera tiende a estabilizarse, pero es probable que las tormentas vuelvan.
Los que tengan pensado esta semana empezar sus vacaciones en las playas o montañas de España deberán llevar en la maleta chubasqueros, paraguas y alguna chaquetilla porque en cualquier momento el sol puede dar paso a un aguacero repentino.
El tiempo mejorará este fin de semana, cuando se esperan cielos poco nubosos o despejados en la mayor parte de España, salvo en el extremo norte peninsular, que estará nuboso o con intervalos nubosos y con posibilidad de precipitaciones débiles, en tanto que las temperaturas subirán de forma generalizada este sábado.
El director de Sirimiri Consultig comenta que “parece que el verano no quiere quedarse. Aunque nos parezca extraño, es normal que una estación tarde en estabilizarse y combine tiempo de primavera y verano. Lo que pasa es que este año está tirando la primavera”.