Entre el 70 y el 80 % de los niños que sufren acoso escolar desarrolla un transtorno mental, un porcentaje preocupante para los psiquiatras, si tenemos en cuenta los datos que manejan: más del 20 % de los alumnos de Primaria y Secundaria padece esta forma de maltrato.
Este es uno de los asuntos que se trata en el XIX Congreso Nacional de Psiquiatría, el cual se ha inaugurado hoy en Palma de Mallorca y al que asisten más de 1.400 profesionales que abordarán hasta el sábado otros temas, como los transtornos mentales derivados del consumo de nuevas drogas psicoactivas y las adicciones tecnológicas.
El acoso escolar se está incrementando en España y lo está haciendo de tal forma, según ha dicho a Efe la doctora Marina Díaz-Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y psiquiatra del Hospital Clínico San Carlos, que lo padecen el 23 % de los escolares de Primaria y otro 22 al inicio de Secundaria.
«Se da fundamentalmente en los últimos años de Primaria y en los primeros de Secundaria, que es cuando los niños pasan a la adolescencia y se sienten más inseguros e inestables, y el agresor busca la seguridad siendo agresor», advierte la especialista.
«No cualquiera puede ser víctima. El agresor busca, a personas más tímidas, con más dificultad en las relaciones interpersonales, con tendencia a callar y baja autoestima», detalla Díaz-Marsá.
Y ¿por qué hay más acoso escolar?: «La generalización de la violencia y la no repercusión de los actos violentos -explica- hace que estas conductas se estén incrementando, pero también la banalización de la agresividad y las conductas agresivas».
En la mayoría de los casos, este acoso puede desencadenar un trastorno mental, y los más frecuentes son ansiedad, depresión, trastorno psicosomático e incluso puede llegar, según la doctora, al suicidio.
Pero no sólo la víctima los sufrirá, también el agresor, que podrá tener conductas más agresivas, consumir determinadas sustancias o desarrollar transtornos de personalidad.
Llama la atención también otro dato apuntado por Díaz-Marsá. En la unidad psiquiátrica en la que trabaja se ha constatado que el 70 % de las pacientes con trastorno de conducta alimentaria tiene antecedentes de haber padecido acoso escolar.
La pregunta es cuándo tiene que acudir al psiquiatra un menor que sufre acoso escolar. Según la doctora, cuando repercuta psíquica y físicamente; es decir, cuando el niño no quiera ir al colegio, se le note más triste o irritable, con más ansiedad, cuando se reflejen en él transtornos psicosomáticos -que le duela el abdomen frecuentemente o tenga cefaleas- o no pueda conciliar bien el sueño.
Un porcentaje de ellos, si no se trata, continuará con problemas a largo plazo y entonces puede aparecer depresión crónica, fobia social, ansiedad generalizada y comportamientos autodestructivos.Por eso, la experta aconseja a las personas que hayan sufrido acoso escolar y vean afectada su salud mental que «acudan a tratamiento».
En el Congreso, inaugurado por el presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, Miguel Roca, y los de la Sociedad Española de Psiquiatría, Miguel Gutiérrez, y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Miguel Bernardo, se han tratado también los efectos de las nuevas drogas sintéticas, como ha señalado a Efe Marta Torrens.
Según ésta, directora de adicciones del Hospital de Mar de Barcelona, el 13 % de los españoles entre 15 y 35 años ha probado alguna droga psicoactiva (drogas de síntesis química elaboradas en laboratorios clandestinos y que imitan los efectos de las drogas clásicas).
Su consumo crece de «manera exponencial» y está originando nuevas adicciones y repercutiendo en el estado de salud y en la aparición de nuevas patologías. En los últimos años han apareciendo unas 600, pero hay muy pocos estudios farmacológicos que digan a los psiquiatras qué es lo que hacen en el cuerpo.
Los especialistas tienen más información de los efectos que observan, y el primer contacto con las personas que las consumen es en urgencias. Aparecen con «agitación, ansiedad, cuadros de depresión grave o psicóticos agudos como alucinaciones». El principal público son los jóvenes, quienes las adquieren sobre todo por internet.