El exceso de deberes representa un fracaso del sistema educativo ya que los niños deberían cumplir el proceso de enseñanza y aprendizaje en la escuela y en horario escolar. Al menos así lo piensa la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), que asegura que cada vez recibe más quejas por parte de las familias por los deberes que los profesores encargan a sus hijos.
Para la Confederación, esta sobrecarga de tareas provoca un aumento de las desigualdades sociales, ya que muchos padres no pueden ayudar a sus hijos con los deberes por sus horarios laborales ni tienen el suficiente poder adquisitivo para pagar clases particulares o academias, frente a aquellos que pueden dedicarles la tarde completa.
Además, consideran que la carga de trabajo escolar fuera del horario lectivo es desproporcionada e incluso provoca tensiones familiares ya que hace que los niños no tengan tiempo para jugar con sus amigos o hermanos, y hacer deporte.
La Confederación de Padres y Madres de Alumnos considera que el problema se está agudizando en el contexto actual de crisis.
Por todo ello, la CEAPA pide una reforma del currículum educativo que establezca una enseñanza más motivadora, práctica y centrada en la adquisición de competencias básicas, al tiempo que se mejora la formación del profesorado para que pueda aplicarla a su práctica docente. Según la Confederación, los deberes sólo deberían constituir una formación complementaria con el apoyo de bibliotecas, museos y recursos del entorno escolar, y actividades relacionadas con la lectura, la investigación o el uso de las nuevas tecnologías.
Los padres también reclaman que todos los colegios ofrezcan programas de refuerzo educativo para que al finalizar la jornada escolar los alumnos con más dificultades puedan quedarse durante un tiempo limitado en la escuela para recibir apoyo en las materias que llevan más atrasadas. Pero lo primordial para ellos padres es que los deberes se conciban de tal forma que puedan hacerse sin necesitar la ayuda de un adulto.