Viajar en familia para aprender un idioma es una opción que cada vez gana más adeptos. «Los padres ante la crisis y la situación del país desean perfeccionar el idioma lo antes posible, ya sea por lo que pudiera pasar en el futuro en sus trabajos, como por lo que pudiera solicitar su empresa. Les surge la inquietud de perfeccionarlo y aprovechan sus propios deseos para que sus hijos también aprendan», indica Almudena González, de ASEPROCE.
«Los programas de familias están organizados por edades. Cada miembro estará en el grupo acorde a su edad y su nivel lingüístico, por un lado los adultos y por otro los niños. El alojamiento puede ser en convivencia con una familia nativa, opción muy demandada por las familias monoparentales, o bien en un apartamento privado, con más independencia», explica Juan Pedraz Araujo, Spain Regional Manager de ESL Idiomas en el extranjero.
«El hecho de que unos hijos vean a sus padres realizando el esfuerzo de estudiar de nuevo y desenvolverse en un país extranjero con las dificultades que conlleva, hace que los niños admiren y valoren más a sus padres tomando ejemplo de ellos», señala Almudena González.
Estos programas son idóneos para disfrutar de las vacaciones en familia, aprovechando el tiempo al máximo. Por las mañanas asisten a clase y tienen las tardes libres para hacer turismo y realizar actividades de ocio.
La estancia media suele ser entre dos y tres semanas. «Trabajamos con familias monoparentales, con uno o dos niños, familias biparentales con niños pequeños, con adolescentes, familias en las que estudia un adulto y un niño y el resto de los miembros ‘sólo’ está de vacaciones. Hay muchos perfiles, tantos como familias», indica Pedraz Araujo.
Los destinos más solicitados son Inglaterra, Irlanda y Malta, y quienes prueban, suelen repetir. «La experiencia es muy gratificante. Es una manera de disfrutar de las vacaciones de una forma diferente, conociendo un idioma y una cultura nueva desde dentro», señalan desde ESL Idiomas en el extranjero.
No obstante, una desventaja de este tipo de programas es que, según Almudena Fernández, «no hay una inmersión total. Evidentemente se hablará mucho en la lengua materna. En estos casos se recomienda que los niños estén inmersos en ‘campamentos urbanos’, lo que llaman el ‘day camp’, con niños del país, mientras los padres están en clase de idiomas», recomienda.
Las estancias en casas de profesores, muy populares
Otros tipos de programas muy solicitados por los españoles, según ASEPROCE, son los cursos de verano para niños y jóvenes, cuya duración oscila entre dos y cuatro semanas, y en los que los estudiantes viajan en grupo acompañados por monitores y se pueden alojar con familias o en colegios y residencias. Los cursos pueden combinarse con otro tipo de actividades deportivas, culturales y lúdicas.
Los cursos para adultos y jóvenes en cualquier época del año y de duración adaptada están dirigidos especialmente a universitarios y profesionales, y dan respuesta a necesidades específicas, por lo que presentan variantes en cuanto a duración, nivel de conocimiento del idioma, intensidad, individuales o en grupos. También pueden ser complementados con formación específica en una especialidad o con actividades lúdicas y deportivas.
El año escolar en el extranjero está dirigido a chicos entre 12 y 18 años, y consiste en la realización de un curso equivalente a cualquiera de la ESO o del Bachillerato en otro país. Los estudios son plenamente convalidables en España y garantizan el total dominio de la lengua extranjera. Los alumnos pueden vivir con familias o en un internado.
También son muy populares las estancias en casas de profesores, ya que en lugar de alojarse en una residencia o en casa de una familia, el estudiante puede vivir con su profesor, por lo que no tiene que desplazarse para ir a las clases. Constituye una auténtica inmersión en el idioma elegido.
Los cursos para empresas y ejecutivos ayudan a dominar el inglés propio de los negocios y las finanzas. Los estudios universitarios, de postgrado, másteres y summer sessions en prestigiosas universidades de todo el mundo; cursos de preparación para exámenes oficiales como Toefl o Cambridge, entre otros, que incluyen clases intensivas y presentación a los exámenes; y los programas de Au Pair, prácticas laborales o de estudios, también son muy demandados.
Los campamentos de idiomas en España son la opción ideal para los más pequeños, porque la edad para salir al extranjero depende mucho de la madurez del joven, aunque se aconseja que sea a partir de los 12 años. De hecho, en España pueden ir a campamentos desde los 6 y esta experiencia les ayuda a prepararse para dar el salto al extranjero, en donde también se ofrecen estancias combinadas de estudio y ocio o deporte, que permiten unir el aprendizaje de un idioma extranjero con la práctica de una afición.