Los sindicatos de enseñanza admiten que no hay evaluaciones específicas del profesorado en el sistema educativo español, tal y como advierte la OCDE en su informe »Panorama de la Educación», pero aseguran que los docentes españoles «no están dejados de la mano de Dios», pues se someten a controles de inspección educativa, además de los del equipo directivo de los centros escolares.
«Es un tema recurrente, pero para hablar de esto habrá que empezar por el Estatuto de la Función Docente, que no llega a aprobarse nunca, y que tiene que regular el acceso, la carrera, la promoción, la formación continua, la evaluación o los incentivos, entre otros asuntos. No se trata de evaluar por evaluar, sino de que se regule todo», afirma el presidente de ANPE, Nicolás Fernández Guisado en declaraciones a Europa Press.
Según explica, los profesores españoles son controlados por sus superiores, por los claustros y por los padres de los alumnos. «No están dejados de la mano de Dios ni están en una burbuja», apunta el dirigente de ANPE. «Queremos que nuestra carrera se valore, pero con criterios objetivos», apostilla.
Fernández Guisado considera que los profesores no rechazan las evaluaciones. pero se niega a debatir sobre propuestas que «se hacen al aire» sin saber con qué criterios se van a establecer estos controles y para qué van a utilizar, en alusión a las propuestas del filósofo y pedagogo José Antonio Marina, al que el Gobierno ha encargado el Libro Blanco de la función Docente.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO (FE-CC.OO), Francisco García, indica que para hablar de evaluaciones habrá que debatir primero sobre el Estatuto docente y el modelo de desarrollo de carrera profesional.
Asimismo, es partidario de una evaluación de «todo el sistema educativo», que incluya alumnos, centros, profesores, los recursos que se dedican a la educación y no de la que regula la LOMCE, que, a su juicio, «no es de diagnóstico».
«¿SOMOS IMPORTANTES AHORA, DESPUÉS DE DESPEDIR A 30.000?»
García cree que el Ministerio de Educación ha encontrado en los docentes, al final de la Legislatura, «el burladero perfecto» para que no se hable de los recortes, «que encima han dejado fuera del sistema a más de 30.000 profesores». «La LOMCE deja sin efecto a los consejos escolares, a los profesores, da poder a los directores y ahora somos los docentes lo más importante para la mejora del sistema educativo», lamenta.
A su juicio, el trabajo de este colectivo es controlado por inspectores educativos «que se meten en el aula para ver cómo da clase el profesor», por las evaluaciones de los alumnos, es juzgado «a diario» por las familias y su trabajo está «permanentemente» supervisado por el equipo directivo.
Sobre la posibilidad de que el Libro blanco contenga la propuesta de remunerar al profesor en función de los resultados de los centros y los alumnos en las evaluaciones, el secretario general de FE-CC.OO avisa de que su organización se mostrará «rigurosamente en contra».