«Las tasas universitarias tienen una horquilla que las fija», ha afirmado el ministro sobre el decreto aprobado por el Gobierno, y ha señalado que «una de las cosas que hay que hacer es plantearse el precio de los estudios universitarios». «El estudiante paga aproximadamente el 20%. He hablado con el nuevo presidente de la CRUE, Segundo Píriz, y éste es uno de los temas que vamos a tratar», ha señalado el ministro en un encuentro organizado por »El Economista».
Ese decreto, de abril de 2012, establece unos mínimos y unos máximos, a partir de los cuales las comunidades autónomas fijan sus precios. Los rectores han solicitado al Gobierno cambiar este sistema y tener mayor autonomía para establecerlos y evitar las diferencias que hay entre comunidades autónomas.
Sobre la propuesta de PSOE, Ciudadanos y Podemos de bajar las tasas universitarias, si ganan las elecciones, el titular de Educación ha criticado que «en campaña electoral, algunos quieren convertir esto en un mercado persa» y que él es de los que opina que «se hacen muchas promesas que luego no se pueden cumplir». «Eso crea desafección. No verán en mi a alguien que hace promesas que luego no se pueden cumplir porque eso no es buena cosa», ha apostillado.
El ministro ha advertido de que sus declaraciones en Berlín, sobre que hay demasiados estudiantes universitarios, «no se entendieron bien» y ha argumentado que lo que quiso transmitir era que en España hay una proporción mucho más elevada de universitarios que de titulados de Formación Profesional, al contrario que la media de la Unión Europea, y que la FP tiene que «ganar aprecio social».
«En ningún momento quise decir que los estudiantes eran demasiados, como alguno ha interpretado. Cada uno estudie lo que quiera y el estado tiene que garantizar que nadie se quede sin hacerlo por motivos económicos», ha añadido.