Los responsables de esta organización destacan que, en la actualidad, los demás estudios de ingeniería figuran como profesiones reguladas, cuyos estudios están delimitados por ley, mientras que en la ingeniería e ingeniería técnica informática, la única norma que existe es un documento del Consejo de Universidades que la ANECA y las agencias de evaluación deben «tomar como base» para la implantación del Plan Bolonia en los grados de ingenierías informáticas.
A su juicio «es fácil comprobar las similitudes estructurales de los planes de estudios de grado y master en Ingeniería Informática con el resto de ingenierías», por lo que consideran que la decisión de excluir a las primeras del rango de profesión regulada es una «diferenciación arbitraria».
Además, destacan el crecimiento del sector de las TIC y del volumen de mercado que mueven las actividades relacionadas con la informática, por lo que consideran necesaria la equiparación de esta titulación a las demás ingenierías.
Por ello, reclaman que el documento del Consejo de Universidades que establece las bases para diseñar sus estudios se eleve a la categoría de Orden Ministerial, para alcanzar «la misma categoría» que otras ingenierías, y que, por tanto, las decisiones que afectan a los estudiantes de ingeniería técnica e ingeniería técnica informática lleven a equipararles con estas en «asuntos como tasas y becas, aunque no únicamente», según han indicado.