Los profesores en España no saben si hace bien o mal su trabajo. Tampoco reciben incentivos por actividades extra, innovar en el aula y buenas prácticas pedagógicas. Así lo señalan expertos del informe TALIS, una especie de PISA para los docentes, que se han reunido en Madrid para debatir sobre los métodos de enseñanza y las diferentes políticas de méritos al colectivo docente.
“Los profesores españoles son de los más cualificados de la OCDE; el 84% tiene una licenciatura, frente al 32% de media en el resto de países. Pero apenas reciben información sobre su actividad, ni incentivos”, explica a teinteresa la directora del informe TALIS, Kristen Weatherby.
España es, junto con Finlandia y Hungría, excepción en la política de seguimiento y méritos del colectivo docente. No hay una carrera docente, eterna demanda de los profesionales de la educación, que esperan ahora que el proyecto de estatuto profesional recoja las bases para un sistema de promoción basado en la práctica y la formación.
Que no haya una evaluación de los profesores tiene una relación limitada con el fracaso escolar, asegura Mariano Fernández Enguita, experto en educación en la Universidad Complutense, para quien los malos resultados de los alumnos es resultado de que suspenden. Demasiado. “Creo que el profesor en España suspende mucho por la vieja concepción del sistema de que unos alen para estudiar y otros no. Se exige mucho para pasar de curso y poco en el proceso general de aprendizaje”.
Enric Prats, profesor de Pedagogía Internacional de la Universidad de Barcelona, cree que el control de la práctica docente es positivo cuando se mide en un contexto y no se liga a los resultados de los alumnos. Los resultados de esa evaluación pueden beneficiar al sistema y llegar al aula. “Hoy no sabemos lo que pasa en la escuela, tampoco la gente. Sí conociéramos lo que se hace bien, avanzaríamos en el modelo educativo. Lo que no debemos hacer es tomar decisiones sin evidencias empíricas”.
Los profesores tardan 40 años en cobrar lo máximo, en Inglaterra, 15 años
La política de incentivos aumenta la motivación. En España, al no haber carrera profesional, los docentes esperan hasta 40 años para ganar el máximo sueldo, mientras que en el Reino Unido, la media oscila entre los 10 y 15 años.
Prats es partidario de evaluaciones individuales y colectivas de la actividad de los profesores, siempre que se incluyan objetivos realistas y que se tenga en cuenta el contexto. Rechaza pruebas orientadas a resultados. “Cuando se ligan estas evaluaciones a las notas, acabarán siendo una competición y tendremos unas escuelas de entrenamiento”.
Kristen Weatherby, directora de TALIS, sostiene que los profesores ejercen la mayor influencia en el rendimiento de los alumnos. “El estudio de la práctica docente para saber cómo lo hacen y mejorar su proceso puede ser un valor importante en la mejora del aprendizaje”.
Bélgica es el país referente en la evaluación e incentivos a sus profesores. Cada tres años se hace un control que mide los resultados, la implicación en el aula y los trabajos profesionales.
En EEUU despiden a profesores por malas notas en clase
Pero los expertos advierten de que el ‘examen’ a docentes es contraproducente si se lleva al extremo, como en EEUU, donde el 2% de los profesores han sido despedidos por las malas notas de sus alumnos. En esos casos, se condiciona la práctica profesional a los resultados o a superar una prueba. En el Reino Unido, el control de la escuela también depende mucho de las notas de los alumnos y se ha planteado una propuesta del Partido Laborista para que los padres puedan echar a los jefes de estudio ineficientes.
Weatherby tampoco es partidaria de una evaluación punitiva de los profesores. Piensa que merece más la pena dedicar tiempo, energía y recursos en ayudar a los docentes que necesitan mejorar.
“Un profesor tiene derecho a equivocarse, una y otra vez. Y tratar de mejorar. Ahora bien, tampoco podemos tener a docentes que no valgan”, concluye Fernández Enguita.