Un cachete a tiempo es una victoria. Esta frase forma parte de la cultura educativa española desde tiempos remotos. Sin embargo, en los últimos años los detractores de esta práctica han ido creciendo considerablemente. Esto ha provocado que hayamos pasado de una práctica más o menos regular del cachete a una crítica férrea contra él.
El ex defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, señala que la legislación en España cambio en 2007 y desde entonces los padres puede reprender a su hijos pero no de una forma física. “También es verdad que en el artículo 154 del Código Civil también se establece que los hijos tiene una obediencia de vida ante sus padres. Algo que muchos suelen olvidar”, destaca.
Para este experto el cachete no es una solución pero también destaca que ningún padre va a ir a la cárcel por haberle dado un cachete a su hijo. “Se puede educar mediante sanciones sin tener que dar un cachete al niño. La sanción tiene que formar parte de la educación para que los niños aprendan pero también es verdad que el cachete puede usarse como forma de prevención”, apunta Javier Urra.
Sobre los casos que se han podido ver en varios medios de comunicación en los que se cuenta que un padre ha sido denunciado por darle un cachete a su hijo, este experto explica que siempre hay algo más. “La mayoría de los jueces son padres y tienen sentido común y nunca van a condenar a un padre por dar un cachete. Otra cosa es que detrás de ello haya un maltrato continuado o algo más”, apunta Urra.
Javier Urra señala que el tema del cachete no se soluciona con un extremo u otro ya que hay varias opciones en medio. “Nosotros por ejemplo en nuestra residencia educamos a los chavales y nunca nos ha hecho falta dar ningún cachete, pero también es verdad que hay casos de niños que escupen o pegan a sus padres y que un cachete puede servir para corregir su conducta. Todo siempre en su justa medida”, concluye Urra.