El primer ministro griego, Alexis Tsipras ha vuelto a mostrar sus dos caras. Con una critica sin piedad a Draghi y con otra muestra su amor a Europa. En un día de muchas declaraciones, y alguna tensión, el líder de Syriza ha manifestado su intención emitir deuda a corto plazo para subsanar los problemas de financiación de su Gobierno, que tiene toda la intención de seguir en el euro porque ama a Europa, ha declarado en una entrevista al magacín alemán »Der Spiegel».
Tsipras, no obstante, ha pedido al Banco Central Europeo que no haga objeción alguna a su plan de emisión de deuda porque, de lo contrario, estaría incurriendo en una «grave responsabilidad». «Si ello sucede, volveremos a la vorágine previa al 20 de febrero», en referencia a la fecha en que Grecia acordó una extensión de cuatro meses para su acuerdo crediticio con sus socios de la zona euro.
«El BCE aún nos tiene la soga del cuello», comentó Tsipras, según fragmentos de la entrevista publicada el viernes. El primer ministro, además, afirmó que no quiere que Grecia abandone la zona euro «porque amo a Europa» y dijo que pidió a todos sus ministros de gabinete -y no sólo a su combativo ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis- «menos palabras y más acción». De hecho Varoufakis ha presentado algunas de sus medidas, entre ellas la más polémica, que gente no profesional vigile que se pague el IVA en un país donde no hay cultura de pagar impuestos.
Europa empieza a crecer
Según los datos de la oficina comunitaria de estadística, el PIB del conjunto de la Unión Europea (UE) registró una expansión del 0,4% en los tres últimos meses de 2014 respecto al trimestre precedente, cuando había crecido un 0,3%.
En términos interanuales, la economía de la zona euro en el cuarto trimestre experimentó una expansión del 0,9%, una décima más que en el trimestre anterior, mientras que el conjunto de los Veintiocho creció un 1,3%, frente al 1,2% del tercer trimestre.
De esta manera, el dato del PIB de la zona euro correspondiente al conjunto del ejercicio 2014 registró un incremento del 0,9%, tras haber registrado una contracción del 0,5% un año antes, mientras que la UE experimentó un crecimiento del 1,3%, frente al estancamiento de 2013.
El año pasado, la economía de Estados Unidos registró un crecimiento anual del 2,4%, dos décimas por encima del 2,2% observado en 2013.
Entre los países de la UE cuyos datos estaban disponibles, las mayores tasas de crecimiento en el último trimestre del año se observaron en Estonia y Suecia (+1,1%), Hungría (+0,9%) y España y Alemania (+0,7%), mientras que las economías de Chipre (-0,7%), Grecia (-0,4%), Finlandia y Austria (-0,2%) registraron caídas del PIB.
Entre el resto de los principales países miembros de la UE, Reino Unido frenó su crecimiento al 0,5%, dos décimas menos que el trimestre anterior, mientras que en Francia se desaceleró desde el 0,3% al 0,1%.
Por su parte, Italia logró dejar atrás la recesión, ya que el PIB se mantuvo sin cambios tras tres trimestres en negativo, mientras que Portugal afianzó su recuperación económica con un crecimiento del 0,5%, dos décimas más que en los tres meses anteriores..