El aeropuerto de Ciudad Real, una ciudad de 74.798 habitantes censados, echa el cierre tras meses de lucha de los trabajadores y de polémica. Desde diciembre solo operaban vuelos privados y las instalaciones correspondían a la de un aeródromo «fantasma», tal y como lo calificó hace mes el diario francés »Le Monde».
Este recinto, que empezó a funcionar en diciembre de 2008 y estaba preparado para registrar 2, 5 millones de pasajeros al año, costó 500 millones de euros, una inversión que no ha llegado a ser rentabilizada.
El cierre definitivo del aeropuerto de Ciudad Real se produce después de que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) hicieran público hace diez días un boletín de información interna a los usuarios aeronáuticos, en el que informaba del fin de la operatividad de esta pista.
Este boletín interno establece que la pista del aeródromo manchego inicialmente no podrá recibir vuelos, en principio, hasta el 31 de mayo, aunque, fuentes del aeródromo consultadas por Efe han asegurado que este período se renovará.
Mientras que el aeropuerto esté cerrado al tráfico aéreo, los responsables de las instalaciones tendrán que efectuar trabajos de señalización en la pista (pintando grandes aspas en amarillo), para que los pilotos que sobrevuelen la zona sepan que no deben aterrizar.
Desde que el pasado mes de diciembre la compañía de bajo coste Vueling dejara de volar desde el Aeropuerto Central de Ciudad Real, las únicas operaciones de vuelo que se registraban estaban relacionados con vuelos privados, que transportaban a personas que llegaban para practicar la actividad cinegética.
Solo 100.000 pasajeros desde 2008
Los últimos datos facilitados por el aeródromo manchego cifraban en 407 operaciones los vuelos privados contabilizadas entre los meses de octubre y febrero, coincidiendo con la temporada de caza mayor y menor.
El cierre de la pista de vuelo supone un paso más en el cierre definitivo del primer aeropuerto privado de España, que ha permanecido abierto a la aviación comercial y privada desde diciembre de 2008.
Desde que comenzó a funcionar el aeródromo en diciembre de 2008, el número de pasajeros nunca ha sido significativo, hasta tal punto de que hasta el primer semestre del año pasado, por este aeropuerto habían pasado algo más de 100.000 pasajeros.
Los administradores concursales solicitaron al juzgado de lo mercantil de Ciudad Real el cierre por un año de esta infraestructura, así como la aprobación de un segundo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el que se extinguirán, por un año, los puestos de trabajo de 71 empleados que a principios de enero volvieron a su trabajo, tras concluir el primer ERE que también afecto a la práctica totalidad de la plantilla.
El Aeropuerto Central de Ciudad Real, el primero internacional de carácter privado que se abrió en España, cuenta con una pista de 4.000 metros y una terminal de pasajeros de 28.000 metros cuadrados con capacidad para cinco millones de viajeros, y una zona de carga para mover hasta 90.000 toneladas anuales.
El aeródromo de esta ciudad manchega no es el único »fantasma» que ha fracasado. El aeropuerto de Huesca, que costó 45 millones, ha recibido 11 pasajeros en solo dos meses. El caso más notorio es el de Castellón, que todavía no ha iniciado su actividad comercial, pero gasta 7 millones en seguridad privada y en espantar aves.
En el libro »La Casta Autonómica» de Sandra Mir y Gabriel Cruz se desvela una serie de casos de derroche de dinero público en infraestructuras poco rentabilizadas, que han acabado con el cartel de »quiebra».