En concreto, un 22% de las compañías españolas adquirió en 2018 servicios de cloud computing, en comparación con el 26% de media de la Unión Europea, donde estos servicios han experimentado un «rápido crecimiento» en los últimos años, ya que el porcentaje era del 19% en 2014 y del 21% en 2016.
Eurostat añade que las grandes empresas, aquellas con 250 o más empleados, utilizan mucho más la computación en la nube (56% del total) que las más pequeñas, las de entre 20 y 49 empleados (23%). En los últimos cuatro años el mayor incremento se ha observado en las grandes compañías (+21 puntos porcentuales), frente a los 12 puntos porcentuales de las medianas y los seis puntos porcentuales de las pequeñas.
Por países, España ocupa el puesto de 20 de 28 en una lista que presenta «significativas diferencias» entre economías. En concreto, Finlandia (65%), Suecia (57%) y Dinamarca (56%) registran los datos más elevados de uso de cloud computing, en contraste con los de Bulgaria (8%) y Rumanía (10%).
En cuanto a uso, el 69% de las que utilizaron la computación en la nube lo hicieron para el correo electrónico, el uso más común junto al almacenamiento de archivos en formato electrónico en la nube (68%). En menor medida, un 23% lo hicieron para gestionar su propio software y un 29% para aplicaciones de atención al cliente.
ANÁLISIS DE BIG DATA
Por otro lado, la oficina estadística indica que un 12% de las empresas europeas realizó análisis de Big Data en 2018, una práctica más común en las grandes (33%) y en las medianas (19%) y llevada a cabo por personal de la propia compañía (8%) o por proveedores de servicios externos (5%).
En el caso de España, el dato es ligeramente inferior al de la media europea, ya que un 11% de las compañías españolas realizó análisis de Big Data este año. Los mejores datos en estos servicios se registraron en Malta (24%), Países Bajos (22%) y Bélgica e Irlanda (20%), mientras que los más bajos fueron los de Chipre (5%), Hungría y Austria (6%) y Bulgaria e Italia (7%).
En cuanto al fuente de los datos, Eurostar destaca que hay una amplia variedad, aunque casi la mitad (49%) analizó datos de geolocalización obtenidos de dispositivos móviles que se conectaban a redes móviles, redes inalámbricas o GPS. Además, un 45% empleó datos de redes sociales, un 29% de sus propios sensores o dispositivos inteligentes y un 26% de otras fuentes.
Por otra parte, Eurostat apunta que un 4% de las empresas de la Unión Europea con al menos diez empleados, un 3% en el caso de España, utilizaron la impresión 3D en 2018. En las grandes compañías, el porcentaje asciende al 13%, mientras que en las más pequeñas es del 3%.
Por países, los mejores datos se registraron en Finlandia (7%) y Dinamarca, Malta, Reino Unido y Bélgica (6% en todos ellos). Por el contrario, los datos más bajos fueron los de Chipre y Letonia (1%) y Estonia, Bulgaria, Grecia, Hungría, Rumanía y Polonia (2% en todos).
Más de la mitad de las compañías que emplearon la impresión 3D lo hicieron para modelos o prototipos para uso interno (57%), mientras que un 32% imprimieron modelos o prototipos para su venta. Un 27% lo utilizó para crear bienes que se usen en procesos de producción de la propia compañía y un 17% para imprimir bienes diferentes a modelos o prototipos para su venta.